03- paso en el tiempo.

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Yo no soy de poner los honoríficos en japonés así que si no los ven no me culpen.

En otra realidad, toga tendría severos traumas y sentimientos reprimidos por sus padres, ya que lo que hacía no era bien visto ni moralmente correcto, de tanto que se reprimía habrá confundido la necesidad de su quirk de beber sangre por otros sentimientos, no sabría lo que es amar, solo que su forma de expresarlo es bebiendo la sangre de esa persona, aun que claro, nadie se la daría tan fácil de hay el que los matará.

Izuku sería quien la enfrentará junto a una chica de cara redonda que intentaría comprenderla.

Pero aquí no.

-feñiz cumpleaños midoriya!- decía una pequeña rubia de 5 años mientras le daba un pequeño regalo a su persona especial.

-G-gracias toga- decía tomando el presente de la niña que era su primera amiga.

Pasaron 5 semanas desde la primera ves que se vieron, toga estubo llendo a terapia para reprimir sus deseos de sangre, pero para sorpresa de los padres y la psicóloga fue más rápido de lo que pensaron.

Toga se comportaba mejor que antes, de echo era más alegre y sus padres estaban más que felices.

Pero claro, nadie sabía que eso se debe a que un peli verde le daba unas cuantas gotas de su sangre para que jugarán a ser gemelos y por la insistencia de toga, hacer unas cuantas bromas.

Una de ellas sería este día, pues izuku le presentaría a su madre a su amiga al fin, inko estaba emocionada de conocer a quien alegraba los días de se hijo, pero no esperaba lo que pasaría.

-mama ya llegué!- dijo izuku entrando a su casa mientras su madre dejaba unos platillos de comida en la mesa.

-eso es bueno... Y tu amigo?- dijo buscando con la vista.

-te lo presentaré pero no te asustes- decía izuku mientras despejaba el camino de la puerta para que lo viera.

Inko pensó que sería un niño con quirk de animal o algo.

Pero lo que vio, le hizo cuestionar si no tuvo gemelos y uno se lo quitaron.

-hola mama- decía izuku... No su izuku ese estaba al lado de la entrada, si no otro izuku que estaba en la mitad de la entrada del departamento.

Inko estaba en shok, y quién no, tenía dos izukus enfrente de ella, se tallo los ojos y los miro, se los tallo de nuevo y nada, dos izukus parados enfrente en la entrada, ya se estaba cuestionando si necesitaba anteojos o estaba recién entrando a un bucle.

Los dos izukus tenían una sonrisa enorme en sus caras, la cuál se borró cuando vieron como inko se sentaba en el sofá mientras sostenía su pecho por la sorpresa de... Bueno tener dos hijos iguales enfrente de ella.

-MAMA!- Grito uno de los peli verde y salió corriendo por su madre.

-SEÑORA MIDORIYA!- dijo el otro y corría hacia ella.

Los dos peli verdes estaban alterados, no se esperaban que inko reaccionara así, bueno si lo esperaban pero no un mini infarto.

Ese día fue muy agitado para la pobre inko por la primera impresión que se llevó de toga, le explicaron que solo dura unos minutos y el efecto pasaría.

Los pequeños disfrutaron de la pequeña comida que inko preparo para su único hijo y sus amigos, sobra decir que katsuki fue forzado a ir a la misma.

Bakugo no entendía por qué toga se juntaba con izuku, e incluso intento persuadirla que no se junta con el por no tener don.

No hace falta decir que no le hizo caso.

Bakugo se fue a la hora de la pequeña reunión y solo quedaron izuku y toga, está última tenía curiosidad por el cuarto del peli verde así que le insistió el verlo.

Amor comprensivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora