Yo nunca (extra de EVDLZ)

9

Diego no vuelve con las mismas personas con las que el resto había imaginado que volvería. Ni tarda lo que pensaban que iba a tardar. Vuelve con más gente además de sus amigos. Sara es la primera en darse cuenta y levantarse del sofá donde se ha puesto a hibernar mientras Carol y Hakim consolaban a Violeta.

—¿Pero qué...?

La reacción de Sara pone en sobreaviso a los demás, que han dejado de beber «por si acaso». Siguen igual de borrachos, pero es mejor a que estén más borrachos. Violeta no tarda en colapsar al ver que Ian y Diego se acercan. hablando con la chica en cuestión que empezó todo.

—¿Qué están haciendo? —pregunta muy nerviosa.

—Ya voy yo. —Sara pone en la mano libre de Hakim el tercer refresco que se estaba bebiendo y sale del reservado para interceptarlos. Carol se acerca un poco, para intentar enterarse de algo a lo lejos. Violeta se abraza llorando a Hakim, que no sabe muy bien cómo reaccionar, porque no entiende las lágrimas de su amiga.

—¡Diego! —Sara se lanza a los brazos de Diego de forma repentina. Tan repentina que Diego no se lo espera y su copa se tambalea. Aunque no se queja. Acepta el abrazo como una planta acepta el sol y el agua—. ¿De qué va todo esto? —sisea entre dientes.

—Son fans de Violeta. Quieren sacarse una foto con Ian y con Violeta. Son muy pesados, tía. Que les den la puta foto y luego los echamos —contesta él al oído de Sara. Tan cerca de ella puede oler su colonia. Va bastante en serio con lo de echarlos. Quiere quitarse de encima ese marrón y centrarse en el suyo, mucho más apetecible.

—No creo que esté Violeta para muchas fotos ahora mismo.

—Pues que lo esté. Es a lo que ha venido.

Los demás charlan con el grupo, bastante animados. Charly y Félix no se están enterando de mucho, pero hay algo en la expresión de Ian que le hace a Sara sospechar.

—¿Te das cuenta de que la tía que está pegada a Ian se la suda? La foto la querrán los demás. Esta ha venido a cazar.

—Sí me he dado cuenta. A las tías se os nota mucho cuando queréis tema.

Sara se acerca a su cuello. Deja que los demás los adelanten. Acto seguido, le muerde con fuerza.

—¡Joder! ¡Qué haces psicópata!

—Dos no ligan si uno no quiere.

—Ahora resulta que te has convertido en una chinchilla.

—No. Las chinchillas muerden para darte amor. Yo te muerdo para castigarte.

Diego no tendría que haberse tomado las palabras de Sara como se las ha tomado. Lo primero porque no era esa la intención de la chica y lo segundo porque están en un lugar atestado de gente, sin un mínimo de intimidad.

—No vuelvas a decirme esas cosas en público, conejita.

Sara se limita a mirarlo con frialdad.

—Vamos a solucionar esta mierda. Carol y Hakim están demasiado borrachos como para hacer algo de provecho. —Agarra a Diego del brazo para alcanzar al grupo.

Tiene razón. Carol y Hakim están demasiado borrachos como para acordarse que tienen que consolar a Violeta. Están ocupados siguiendo la interacción de Sara y Diego, comentando la jugada y ajustando los términos de la apuesta. Por eso no se enteran de cuándo Ian llega con su nuevo grupo de amigos al reservado.

—Podéis pasar, tranquilos —les dice con amabilidad. A casi todos les brillan los ojos. Da la sensación de que guardarán esa noche en el recuerdo o por lo menos la comentarán al día siguiente durante bastante tiempo.