Historias perversas

HelenXMirage pt.2

Han pasado varios días desde que estuve en la isla, Bob y yo estuvimos hablando sobre las misiones secretas, llegamos a un acuerdo sobre volver a ser héroes. Hemos estado bien, hace unas noches tuvimos un encuentro sexual y hoy estoy vestida en lencería roja para sorprenderlo.

Entra a la habitación, se nota cansado porque no me mira mientras estoy acostada con las piernas abiertas de manera sugerente. Me acerco a donde está quitándose la camisa. 

-¿Que tal te fue hoy cariño?-Le digo mientras le doy un beso en el cuello. 

Esta acción hace que se de vuelta y me mire, me besa de una manera deliciosa, nos movemos hasta que estemos en la cama, mientras que el desabrocha las tiras del sostén liberando mis pechos para poder tomar uno en su boca, yo desabrocho su pantalón, estoy a punto de quitarle sus pantalones cuando suena su celular. Se retira de mí y va a contestar, estiro mis manos e introduzco mi mano dentro de su pantalón desabrochado, comienzo a tocarlo y cuando estoy por sacarlo, me quita la mano.

-Es importante Helen, me tengo que ir- Me dice mientras se abrocha y sale del cuarto, dejándome acostada en la cama.

Estoy caliente, el beso me encendió un poco y necesito aliviar la frustración, esto siempre pasa, todo es más importante que yo. Me quito las bragas y camino a la ducha, abro la llave y el agua comienza a recorrer mi cuerpo, paso la mano por mis pechos, dejo una mano en mi pecho y otra la bajo hasta que comienza a frotar mi clítoris. Se siente tan bien, comienzo a gemir, "Dios que rico", pienso mientras comienzo a imaginar que son las manos de Mirage. Esa mujer me tiene obsesionada, no puedo de dejar en ella y en lo que me hizo sentir, alargo mis dedos simulando un pene, los introduzco más adentro de mí, mientras comienzo a gemir ruidosamente. La imagen de Mirage, mientras frotaba nuestros centros me invade, aumento las caricias.

-Si, Mirage, dámelo así-Digo en voz alta mientras aumento mis caricias, estoy tocándome más fuerte cuando siento un gran orgasmo. 

-SIIII MIRAGE, QUE RICO-Grito mientras me corro, siento que algo sale de mí. Abro los ojos y veo un enorme pene que sale de mí. 

"Oh por Dios, nunca me ha sucedido esto", pienso mientras intento guardarlo, pero no logro que se mueva. Me recorre nuevamente la lujuria, me toco el miembro con miedo, mientras le doy una leve caricia a la punta, gimo "Se siente delicioso". Comienzo a masturbarme, mientras veo a Mirage abierta de piernas y siento mi pene endurecerse de necesidad, "Que rico se sentiría estar dentro de esa mujer", me acaricio más fuerte y cuando siento que estoy a punto de correrme escucho que mi hijo Dash me hablar. Mi pene se encuentra duro y quiero terminar, pero no puedo, mis hijos me necesitan. Escondo el pene con ropa ancha y lo enredo para que no se note. 

Después de ese día en la ducha, han pasado dos semanas, en las cuales mi libido ha aumentado, tengo que masturbarme al menos dos veces al día para poder actuar con normalidad. Bob no me ha tocado, sale a misiones y me deja solo con los niños. Mi pene no quiere más mi mano, necesita algo más, he estado muriendo de deseo, siento que si no hago algo al respecto perderé la cabeza. Necesito satisfacerlo para que desaparezca, siento que cada vez voy teniendo menos control de mi cuerpo. Hace unas semanas fui al mercado y observé a una mujer agacharse, me dio una agradable vista de sus pechos y eso hizo que se me pusiera dura. Tuve que correr al baño para masturbarme. 

En este momento, me encuentro masturbándome mi pene no deja de endurecerse, parece que no puedo calmarlo. Después de correrme, voy a mi cajón de ropa interior y veo algo que guarde ahí, es la nota de Mirage. Mientras la veo, se me ocurre algo. Le digo a Bob que Edna me llamo y tengo que salir de la ciudad, él se queda con los niños, así que llamo a Mirage para poder arreglar una cita.