Historias perversas

REINA NARISSA

POV NARISSA

Mi hijo el príncipe Edward se enamoro de una pueblerina llamada Giselle, la pobre ilusa cree que puede quedarse con mi reino pero esto no lo permitiré. Realizo un hechizo para engañar a la chica, la lanzo a un pozo que la llevara a esa realidad, Edward quiere buscarla pero voy a impedir que la encuentre, no importa lo que tenga que hacer. 

Observo como se dirige a una pequeña taberna y se me ocurre una idea brillante.

POV EDWARD

El amor de mi vida esta desaparecida, hace unos momentos estábamos listos para casarnos pero algo le sucedió y no he logrado encontrarla. Me dirijo a una taberna para buscar a un cazarrecompensas que me ayude a encontrar a mi amada. 

Entro al lugar de mala muerte, observo como hay distintas criaturas en ese lugar. Me dirijo a la barra para poder buscar al Cazarrecompensas. 

-¿En que puedo ayudarte guapo?- Me dice una dulce voz, dirijo mis ojos hacia la mujer. 

Abro lo ojos sorprendido, la mujer que esta enfrente mío es preciosa. Es una mujer con el cabello oscuro, piel clara, labios grandes y gruesos, trato de evitar que mis ojos vean su cuerpo pero no puedo evitarlo. Mis ojos recorren a la mujer, tiene un escote pronunciado dejando ver sus grandes senos, tiene una cintura pequeña, caderas muy grandes. Muevo mi cabeza a otro lugar para evitar ver a la mujer. 

-Estoy buscando a un cazarrecompensas- Le digo a la chica que esta en la barra.

-¿Cazarrecompensas?, aquí no hay ninguno de esos guapo. ¿Pero hay algo en lo que pueda ayudarte?- Me dice con voz melosa.

-¿De verdad?, me dijeron que aquí lo podía encontrar- Digo en tono frustrado, cerrando mis ojos y pensando en un nuevo plan.

-Lo siento cariño, pero esto puede ayudarte un poco- Me dice la bartender, mientras me entrega una bebida.

-Lo siento, yo...no bebo- Digo mientras sacudo la cabeza, rechazando cortésmente la bebida.

-Vamos guapo, bebe un poco. Yo invito para que no te vayas con las manos vacías- Me dice con una sonrisa. 

-De verdad no tomo, no creo que me vaya a gustar-

-Vamos guapo, no puedes rechazar una cortesía, me harías sentir muy triste. Beberé contigo- Me dice haciendo un puchero. 

No quiero que la mujer se sienta rechazada, además puede que ella me pueda ayudar. Así que tomo la bebida y bebemos ese trago juntos. El trago se desliza por mi garganta y me sorprende que el sabor me gusta.

-Dame otro- Pido

-Lo que quieras guapo, dime ¿Cuál es tu nombre?- Dice con una sonrisa.

-Soy el príncipe Edward- Le digo en voz baja para que nadie mas escuche.

-Oh, es un placer su alteza- Me dice con un guiño, mientras me entrega la bebida. 

-¿Cual es tu nombre?- Pregunto y tomo mi bebida.

-Soy Neiza, su alteza. ¿Me puede decir para que buscaba a un cazarrecompensas?, es muy raro ver hombres atractivos buscando a esas personas y mas si es un príncipe- Me dice con una sonrisa coqueta, sirviéndome una nueva bebida. 

-Bueno....La verdad es queee...No creo que deba contarte- Digo con un suspiro.

-Vamos, soy de confianza. Además mis labios están cerrados- Me dice, haciendo un gesto de promesa.

No se si es por los tragos que me he estado tomando o porque mi mente se comienza a sentir entumecida pero decido confiar en Neiza. Comienzo a contarle sobre como conocí a Giselle, la manera en la que ella me enamoro desde el primer momento, nuestros planes para casarnos y gobernar juntos, Neiza me escucha atentamente, mientras trae mas bebidas. Estoy apunto de contarle sobre como pienso encontrarla pero alguien choca conmigo, sin darme cuenta el lugar comenzo a llenarse de personas.