Dos.

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Hancock :

En cuanto me desperté me dirigí a ver a Salomé. Salomé salió de su terrario y se acercó a mi, abrazándome. Entonces escuché que alguien tocaba mi puerta, gruñí un poco por eso.

-Adelante-Dije con pesadez. Entonces entró una hermana Kuja-¿Qué sucede?

-Heibihime-sama, unos hombres quieren hablar con usted, son de la marine-Me dice la joven hermana Kuja. Mi hermana Kuja se sonroja mucho al verme, lo noté.

Realmente no me sorprendió en lo absoluto, nadie puede resistirse a mí, no hay nada en el mundo que pueda bloquear mi belleza.

-Dame un momento, diles que voy enseguida y por favor llévalos a la sala de invitados. La especial.

La joven hermana Kuja sale de mi habitación. Suspiro con pesadez. Genial, los de la Marine otra vez vienen a joderme el día. Pienso para mí misma. Vuelvo a suspirar y me acerco al armario.

Me coloqué un vestido rojo, era un poco simple pero hiba a dejarme destacar del resto de personas, como siempre. Al llegar a la había especial de invitados encontré a varios subordinados de la Marine, algunos marines de bajo rango se sonrojaron al mirarme.

-¿Qué quieren?-Pregunto con frialdad. Los marines de rango bajo se sonrojan al verme y veo corazones a través de sus ojos-Respóndanme cuando yo les hable.

-Tendrás que venir con nosotros, a la ejecución pública de Portgas D. Ace en dos meses-Me dice el vicealmirante.

-No quiero.

-No es una pregunta, vendrás con nosotros o te despides de tu título de Shichibukai.

-Me gustaría conservar mi título de Shichibukai...-Digo con una sonrisa y mirada seductora. Todos los marines sueltan sus armas-También me gustaría que... Me dieran todo el dinero que trajeron...

Todos los marines casi enloquecen y corren al vehículo en que llegaron para sacar varios cofres. Empezaron a darme todas las joyas que trajeron, quizás fué por deseo o por la seguridad que yo tenía, era intimidante y a la vez seductor. Venían desde muy lejos, por lo cual tenían dinero, billetes, monedas, joyas, oro, etc. El vicealmirante estuvo apunto de hacer lo mismo pero se contiene y regaña a los de ahí. Ellos se percatan de que cayeron en mi engaño y yo sonrío, habían mordido el anzuelo.

-Ya sea patear a un gato y arrancarle los oídos... O ya sea matar a alguien todos me perdonarán... Ustedes se preguntarán, ¿Por qué?...-Digo con una sonrisa seductora, veo la lujuria y el deseo en sus ojos, me complació y a la vez me desagradó-Así es... Es porque soy hermosa.

Pongo la mano en mi pecho con seguridad y con una sonrisa confiada. Los de la Marine empiezan a gritar mi nombre y dejan de contener su deseo. En ese momento me acerco a ellos.

Lo sabía... Nadie puede contener su deseo, aunque sea pequeño, la lujuria se nota a simple vista en los ojos de un hombre, se nota su desesperación por tener el cuerpo de una mujer debajo suyo.

Con rapidez suelto varias patadas que los dejan inconscientes en el suelo y sangrando, sin moverse. Casi parecían de piedra debido a que no se movían, esos eran los rumores que hacían de mi, y me encantaban “Dicen que su belleza es tanta que cualquiera que la vea se convierte en piedra. Tal parece que mi belleza tenía muy buena y a la vez mala reputación tanto dentro como fuera del bajo mundo.

-Sáquenlos de aquí-Digo fríamente a mis hermanas Kuja.

-Enseguida, Heibihime-sama-Me dice la hermana Kuja.

Desire (Luhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora