Entonces el fin se acerca, no quiere decir que está orgulloso, ni siquiera que este sea su plan. La guerra entre clanes es algo que lleva años y que no tiene fecha de caducidad, simplemente es un legado de su padre a él de la misma forma en la cual ha sido heredada por generaciones. Sus ojos azules miran al espejo de su gran alcoba, es joven y aún así está cansado, se nota en sus ojeras. Trazar los movimientos de este día, entrenar, cazar, dirigir, ni siquiera es el alfa de aquella manada y la carga lo afecta. La tela blanca, una capa, usada con un orgullo falso y cara estoica, se pregunta por sus adentros si "él" estará dispuesto a rendirse, no lo odia pero decir que le tiene aprecio es sumarle demasiado a un recuerdo de un julio ya muerto.
La puerta de madera se abre, una mujer negra se asoma y él, quien está a punto de saludar, es interrumpido —Detenga esta guerra, por favor— Los gruesos labios de ella se fruncen, él sabe muy bien porqué pero finge demencia pues cree que la sinceridad debe ser algo importante. No la culpa por cosas que considera "naturales", pero sí del silencio. —Sé que lo sabe, amo Killua, pero si ganamos la guerra todos los de la manada enemiga serán...— No se atreve a terminar con la oración y es en ese momento que el alfa esconde un poco el rostro, ni él mismo ha querido que ese sea el destino de la gente, la esclavitud puede no ser tan mala a su parecer a comparación con la muerte, al menos en vida se tiene la opción de levantarse otra vez.
—Canary, sabes que pese a que mi padre me ha dado una carga de trabajo propia del cabecilla no lo soy— No es una excusa simplemente expone los hechos.
—Sé que me he tomado muchas libertades desde que fui su niñera y lo llevaba al bosque para poder estar con ella— Se arrodilla —Pero en ese entonces usted conoció a uno de los otros, ¿lo cree realmente mala persona? ¿Que merecen perecer? Por favor, lo ruego— El hombre, en una expresión de tristeza, se acercó para levantarla.
—La única forma de que yo pueda ascender a un cargo como el de mi padre es enlazarme, sabes lo que opino de ello, y aunque estuviera dispuesto a hacerlo ambos sabemos que es tarde— Ella se va en silencio, no la culpa, tiene dos cosas en contra de aquella relación de años. Es enemiga y el hecho de ambas ser omegas.
Suspira y el plan sigue.
El campo de batalla en donde sabe se efectuará el último conflicto, intenta recordar porque inició esta guerra y no puede hallar con claridad las palabras dichas de generación a generación. Todo empezó por la comida, pero el bosque y los Dioses han sido piadosos al mandar más presas y al descubrir lo que se conoce como agricultura, hay comida para todos. La manada enemiga se hace presente, reconoce al que está al lado del patriarca como el descendiente y el hombre con el que prácticamente debe compartir edad y rango de sucesor, y también como un viejo amigo de la infancia. No recuerda su nombre, solo que una vez se lo dijeron, alguna vez jugaron en una cueva mientras sus niñeras huían unas horas y después de eso es confuso.
Pese a los recuerdos ninguno parece afectado con ello, él está calmado y el omega parece orgulloso, sabe que su objetivo es asesinar tanto a él como a su padre.
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O de omega
Fanfiction«Era acabar con la guerra, matar al enemigo no morder al enemigo» «Robarle la corona a un rey» «No deberías preocuparte por un cachorro que no es tuyo» «Y entonces me abandonaste» «No le digas a nadie de la universidad» «Siempre fui un omega» «Tú...