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Narrador Ante la revelación que obtuvo Kazutora acerca de donde estaba su amada, la sangre le hervía del coraje que tenía a su amigo, que todo este tiempo de búsqueda el la tenía consigo en su casa con su madre.
Venganza
Era poco lo que podría llamarse a lo que estaba ocurriendo por su mente, quería ver sangre recorrer por sus manos al quitarle a su mujer. Pobre y estupido Baji Keisuke no debiste ayudar a quien no necesitaba, soltó Kazutora.
En sus profundos pensamientos insanos, un subordinado abrió la puerta; quitando en su trance a Kazutora.
-Es hora tenemos todo listo- comentó el chico con un tatuaje que adornaba su mano-
Kazutora se levantó de la silla para ir detrás de Hanma, que no hacía más que apoyar su retorcida obsesión.
Pov t/n
Tenía todo listo para la cena de Baji y su madre, había preparado una pasta a la boloñesa. Quería servir de algo en mi estancia aquí, no planeaba quedarme por siempre tendría que buscar mi propio hogar en otro estado, no se sabría con Kazutora.
Vi que la comida estaba lista para servirse, la tapé para irme a sentar en el cómodo sillón de la sala mientras los esperaba, la mamá de Baji fue hacer unos recados, supuse que no tardaría mucho y tampoco el.
Dentro unos 10 minutos escuché tocar la puerta, me paré del sillón para ir hacia la puerta.
Era raro ambos tenían las llaves de su casa, tal vez se les olvidó, pero mi intuición decía que no abriera aquella puerta o algo malo pasaría. Decidí abrir y no hacer caso a mi mala intuición.
No podría ser cierto era Kazutora! Estaba parado en el marco de la puerta con una sonrisa tétrica detrás de él estaba algunos subordinados de Valhalla, estaba temblando que empecé a retroceder pero el me aventó de manera bastante brusca que caí de hombro. El cerro la puerta para ponerse encima mío y sujeto mi cabello con fuerza.
-Hasta que te encontré, no sabes lo solo que he estado- se reía de mi cara en shock- Aún no llegan ciertas personas que obtendrán su merecido, ¿que tal si nos divertimos un poco? Prometo acabar rápido- diciendo esto me escupió en la cara-
-Eres un maldito enfermo!- trataba de dar pelea pero era inútil la comparación de fuerza-
-Solo disfruta, no creó que te haya podido tocar- comenzaba a quitarse su camisa-
Dejo de sostener mi cabello para cambiar mi posición cabizbaja donde puso su mano en mi cabeza intentando que no me moviera, bueno lo demás fue un horrible abuso con la fuerza que lo hacía, me desmayé.
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Desperté con las manos y pies encadenados, mi boca estaba silenciada con una cinta, sentía que vestía ropa interior para agregar estaba oscuras el cuarto o sótano donde me encontrase. Sabía de quien era de la única persona que podía llevar más allá de sus propios límites para obtener una poca atención de su enamorado.
Después de unos minutos la puerta fue abierta para ser trabada con seguro después de esto encendió la luz como esperaba era... Kazutora, al verme con claridad sonrió con un sonrojo se acerco y se sentó aun lado mío de la cama.
-Otra vez te tengo aquí- acariciaba mechones de mi cabello- sabes intentas escapar de mi pero siempre nos volvemos a encontrar, ¿será esto la magia del hilo rojo? Yo digo que si- soltó una risa para encaminar sus manos a mi rostro-
Quito la cinta que aprisionaba mi boca, la única acción que hice una vez me liberó fue escupirle lo cuál solo dio una risa para tomar esa partícula con el dedo para llevársela a la boca.
Recordé a las personas que me dieron seguridad y apoyó.
-¿Que haz hecho con Baji y su mamá?- estaba a punto de exaltarme-
Pov Kazutora
Saque unas fotos de mi bolsillo, cómo estabas atada no podrías tomarlas así que seleccione las mejores, era esa escoria y su madre muertos.
Solo vi que veías las fotos sorprendida mientras una crisis comenzaba a darte.
-Asi quedaron solo por ayudarte- le aventé las fotos mientras comenzaba a reír-
Solo escuché un grito desgarrador de ti, solo me hizo pensar:
