Están matando las medusas. Esas medusas gigantes y gloriosas, color amanecer y con toques morados, las están matando. La gente las tenía miedo, así que las empezó a evitar, insultar, tirar. Pero ahora saben que no pican. Algo que de miedo, algo nuevo, y ademas indefenso hace que la especie humana se deje ver. Cruel. Las sacan con las manos, dejándolas sin aire lentamente, y luego las tiran a la arena, sin posibilidad de volver a nadar nunca más. Tiran las más grandes, que llevarán ya varios días de vida, dejándose llevar por mareas, teniendo descendencia. Pero los seres humanos las cogen, aplastandolas contra la gravedad de nuestro aire, las matan.
El ser humano no sabe convivir. Es cruel, es débil ante cualquier cosa nueva, cobarde, no desea aprender de ellas, verlas de cerca y estudiarlas, llevarlas al fondo para que puedan proliferar más y volver a verlas, tocarlas con cuidado para ver cómo reaccionan. No, solo quieren matarlas. Quieren dejar las aguas que proclaman suyas libres de cualquier otra cosa no humana. Pero las medusas son más viejas que nosotros, deberían quitarnos ellas a nosotros.
Las están matando.
Los humanos.