Cuando te miro ( Brooklyn Beckham)

Capitulo 3

-Nos tendremos que ir andando.- le dije a Brooklyn.- Harry tenía que ir al dentista, así que mi madre pasó a por él, y Max se ha ido al trabajo.

-Vale.- me contestó  cogiendo la mochila.- ese chico te está mirando.- dijo disimuladamente señalando a Bart con los ojos.

Bart era el chico "problemático" (por escribirlo de alguna forma) que siempre intentaba llamar mi atención.

No le di mucha importancia y, junto a Brooklyn, salimos del instituto camino a casa.

-¡Esperar!- gritó un chico detrás nuestra. Evidentemente era Bart. Intente ignorarlo,  pero se paró haciendo parar a mí también.

 -Esta noche hay una fiesta en casa de un amigo. Había pensado que podíamos...- hice una mueca de desaprobación.

-Lo siento, es que ya tengo planes. Pero estoy segura de que la fiesta estará genial.- sonreí y me di la vuelta, pero no se calló.

-¿No puedes cancelarlos?

-No. Es que mi padre viene solo una vez al mes.- mentí.- y justo llega esta tarde.-me iba a decir algo pero lo interrumpí.- se quedará dos semanas así que ya sabes.

-Comprendo.- sonreí y él se retiró.

-¿Tu padre no vive a 40 minutos de aquí?- me pregunto Brooklyn mientras caminábamos.

- Es una manera  sutil de decir a alguien que no le interesas.

- ¿Y una manera poco sutil?- preguntó Brooklyn.

- Supongo que sería algo como: "no me interesas en absoluto. Si esa piedra me invitara a salir el mismo día que tú elegiría a la piedra ¿entiendes? Si me dijeran: "revives a Hitler o sales con Juanito", elijo revivir a Hitler" y para terminar con esa oración agregas un: "pero realmente creo que podríamos ser buenos amigos".- Brooklyn comenzó a reírse.

-¿Le has dicho eso a alguien?- me preguntó, y posteriormente humedeció sus labios. Quedaron más rosas de lo que ya estaban, se veían comestibles...- ¿_____?- dijo interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Qué? Ah, no. Ósea, solo cuando era pequeña pero sin lo de Hitler.

-Y, ¿Por qué no sales con ese chico?

¿Cómo te lo explico? Ese chico ha estado con todas las chicas de nuestro instituto. Incluso con mis amigas y las cocineras.

A mi madre la daría un paro cardíaco si sabe que es mi amigo. Y, además, tengo al primo más sexy del mundo, con el cual vivo, y siento una manada de búfalos en el estómago cuando lo veo.

-No lo sé.- dije.- ¿Has visto a alguna chica interesante?

-No creo que todas tenían pegado a la frente un "estoy lista para que me cojas".- Así me gusta Brooklyn, aléjate de esas putas.

-Bueno, que pena que sea así.- dije ocultando mi felicidad interior.- ¿Hechas de menos estar en tu casa?

-A mis amigos más que nada. El resto me da igual. Estoy bien aquí. Tú madre es asombrosa, al igual que Max y el pequeño Harry...- levantó una ceja.-y claro, mi fabulosa y hermosa prima.- dijo abrazándome fuerte.

Sentía algo similar como cuando tienes un examen, y no has estudiado nada, y el profesor por alguna razón de la naturaleza te aprueba. ¿No lo has sentido? Es genial.

En lo que quedaba de camino a casa, Brooklyn me estuvo hablando de videojuegos y jugadores de fútbol. Yo asentía a todo.

-Realmente son unos idiotas.

-Nadie los entiende.- le contesté siguiéndole el rollo.

-No tienes ni idea de lo que estoy hablando, ¿verdad?- me preguntó sonriéndome.

-Es adorable que finjas poner atención a lo que estoy diciendo.

Le devolví la sonrisa.

Saqué las llaves y entramos en casa.

Una vez dentro, noté que estábamos solos. De nuevo. Perdón, pero creo que son señales enviadas desde el cielo diciéndome que tengo que violar a mi primo. No hay otra explicación.

-Estamos solos.- me dijo.

Brooklyn, no es necesario que recalques el tema de estar solos, si es obvio que en mis pensamientos quieres que te viole... creo.

-Oye, ¿Qué piensas de las personas que se enamoran de familiares?

Ósea, reubícate, desmáyate, muere, revive, vuelve a morirte, y revive de nuevo. Brooklyn, ¿Qué acabas de decir?

-¿Por qué lo preguntas?- dije un tanto perpleja.

-No lo sé, se da muy seguido. En pri... tíos, primos lejanos... no lo sé.

-Creo que el amor es amor en todos los sentidos. Y si se quiere a alguien, simplemente se quiere. No importa el hecho de que sea un familiar.- dije audazmente. Supongo que es la mejor respuesta que podría haber dado.- ¿Y tú qué opinas?

-Creo que no podemos elegir de quien nos enamoramos. Son simplemente cosas que suceden.

Querido dios sé que es pecado que me guste mi primo porque casi tenemos el mismo ADN y es de mi familia, ¿Pero podrías dejármelo un poco menos difícil? Es decir, me dejas a solas con él, lo haces excesivamente sexy, cree que el amor entre familiares podría darse,... ¿Qué esperas que haga yo con eso?