La punta de la lengua, dientes, labios

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-Y mamá no sabe que nos trajiste aquí?- interrogó la pequeña Eri con un acento particular.

-No aun no.

-Es un secuestro lo sabías?

-Eso es ilegal.- comento Kota con una voz seria.

-¿Qué? No.

-Voy a gritar y se lo voy a contar a quien más confianza le tenga.- declaró el pequeño pelinegro.

-No, los conozco a los dos hace tiempo, y Rosa está aquí.- aclaro Katsuki señalando a la señora de mayor edad la cual bailaba junto a un mesero de ese restaurante.- Haciendo lo que sea que ella hace.

-Ella es medio friki.

-Si, así está el asunto; que les parece si fingen cómo que son mis hijos por una tarde.

-¿Porque no le dices la verdad a ese pobre omega?

-Lo sabes?!

-Nuestra madre nos cuenta todo, del anillo de bodas. Y por cierto, no viste Omega indiscreto? Estuvo de lujo.- bromeó la niña mientras movia su cabello de un lado para el otro.

-Oye no no no, el no es así tú madre lo describió de una manera muy rara. Pero escuchen decir la verdad no es la solución ahora, creí que te emocionaria trabajar actuando al fin.

-Si esto es un trabajo tienes que pagarnos.

-Si, claro que les pagaré, con experiencia.- agregó el rubio cenizo.

-Yo quiero dinero de verdad.

-Mhm...ya dilo ¿cuánto quieres?

-600 dólares por día más tiempo extra si se pasa de ocho horas, yo estaré a cargó de mi cabello y quiero que tú pagues seis semanas de un curso intensivo de actuación que mamá no puede pagar.- aclaró la peligris.

-50 dólares por día y un curso de tres semanas en la YMCA de tu localidad.- apunto el de mayor edad.

-500 dólares y cuatro semanas de actuación.

-300 dólares y tres semanas de curso...

-Trato.- ovacióno Eri estirando la mano para estrecharla con la de Katsuki.

-Yo habría accedido a los 500.- murmullo el mayor.

-Yo lo habría hecho por la experiencia.

-Kota, tu turno. Te escuchó.

-Quiero que me lleves a Hawaii así pueda nadar con delfines.- contesto el niño.

-No vas a olvidarte de eso verdad? Nadie va a ir a Hawaii amigo ¿Otra cosa?

-Busca a otra persona.- estableció el pequeño pelinegro vertiendo gaseosa en su vaso para luego tomas un sorbo.

-Uyy, la mirada de mafioso muy bien Kota se trata de negociar ¿Hay alguna otra cosa que podría gustarte?

-Quiero un pony volador.

-Yo también quiero uno de esos Kota, pero no existen.- explico el cenizo.

-Entonces solo quiero un Pony, y lo voy a llamar Nelson.

-¿Que tal un Playstation 3 y a ese lo llamamos Nelson?

-Sigue hablando...

-Con 4 vídeojuegos comprade.

-5 juegos, y quiero que conozcamos a el rubio en J.D Mcfunnigans.

-Mejor en Charlie Choo-Choo está cerca de mi casa.

-Para que sepas no estoy jugando. Yo te dejo.

-Oye tranquilo, niño, tranquilo.

-Y, quiero fichas ilimitadas, si tengo tiempo quiero gastarlas, no quiero estar jugando Skee-Ball y de repente quedarme sin fichas.

Un esposo de mentira||KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora