Querido tú:
He pasado la mayor parte de mi vida, al menos desde que tengo conciencia, con problemas de autoestima. Siempre pensando que era menos , por aquel o aquel otro motivo; que no me querían de verdad. (Aún me pasa)
Esos días no fueron la excepción. No andaba a mi 100.No recuerdo exactamente la razón por la que nos pusimos a hablar de esas cosas. Creo que fue porque me notaste distraída, y Camille dijo que había vuelto a lo mismo.
Ensayábamos para una presentación. Mientras los demás ensayaban su baile y nosotros esperábamos nuestro turno me preguntaste. No te lo dije de manera directa, solo con metáforas, pero me entendiste igual. Lograste conectar.
Salió el tema, me preguntaste el porqué me sentía así, si yo no era así. Me dijiste que el autoestima se trabaja, pero ¿no es eso lo que llevo haciendo toda mi vida? a lo mejor no he encontrado la manera correcta de hacerlo. "¿Te miras al espejo y te sonríes?" "A veces, fue mi respuesta a tu pregunta". "Hazlo, ahora".
Lo intenté hacer, lo juro. Pero entre la vergüenza y mi inseguridad no pude. Me miraste y me preguntaste "¿Por qué no puedes?" No te quise responder. Ahora te digo que mientras brille el sol, prefiero mirar directamente a él antes que mirarme en el espejo. Porque no me siento suficiente, ni bien conmigo misma, aunque lo intente de todas la maneras posibles. Y es que soy yo el problema, por alguna razón que Dios aún no quiere dejarme descifrar.
Antes de que me volvieras a hacer la pregunta, gracias a Camille, nos toco ensayar nuestro baile. Cuando llegamos a nuestras posiciones, me dijiste que tenía que creerme el cuento, que yo podía, y que ahí todos me querían. Que al menos tu lo hacías. Y en lo bueno del mundo, fue una de las veces en que creíste en mi.
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Dear You
RomanceQuerido tú: Me dijeron que me dejara llevar, disfrutara el momento porque con el corazón no se puede hacer más. No se puede controlar lo que siente, quizás solo se puede engañar. Pero no lo planee, no lo pensé, y no lo quise. Solo sucedió.