One.

1.2K 98 1
                                    

-Imbecil- Bufó molesto el chico de cabellos azabaches, mientras observaba a su engreído compañero de clases. Kyungsoo llevaba una hora soportando la desagradable presencia de Chanyeol. Cada vez que observaba al alto joven sus ganas de tomarlo por el cuello y matarlo frente a todos sus ineptos compañeros aumentaban, pero el sabía que nunca podria llevar a cabo sus pensamientos más oscuros, ya que no queria ser reconocido en el mundo por haber asesinado a un imbecil de un metro ochenta.

Su clase de filosofía ya había acabado y el pequeño brincaba internamente ya que no tendría que soportar a el titan sin cerebro-Según el, ya que las calificaciones de este eran extrañamente altas- llamado Chanyeol. Caminó hasta su casillero, con sus cuadernos y su mochila al hombro, dispuesto a guardar todo dentro sel pequeño espacio que le otorgaba la escuela y correr hacia el comedor, su estomago rugía como una bestia salvaje, su estomago clamaba por comida. Abrió el pequeño candado que le daba "seguridad" a su casillero y lo abrió. Estaba depositando sus cuadernos en este cuando escuchó unos ruidos que acabaron con su concentración.

-Toc toc- Expresó una voz grave detras de la puerta del casillero.

Demonios, pensó Kyungsoo cuando vio la cara del imbécil del cúal escapaba siempre, Chanyeol. -¿Que demonios quieres?- Preguntó exasperado, la sola presencia del mas alto lo sacaba de quicio.

-¿Cuando aceptaras mi invitación pequeño del mal?- Preguntó el muchacho, con cara de perro abandonado, la cúal esperaba que hiciera efecto alguno en el pequeño que tantas veces había dicho que no a sus invitaciones.

Kyungsoo rodó sus grandes ojos malhumorado y suspiró -Te he dejado en claro millones de veces que no quiero salir contigo, no me agradas Chanyeol- Y sin más termino de guardar sus cosas y cerró la puerta se su casillero, dandose media vuelta, caminando hacía el comedor. Chanyeol miró al suelo, derrotado y triste ya que pensaba que esta vez obtendría una respuesta diferente, claramente se había equivocado.

Al llegar al comedor, el pequeño de ojos grandes se encontró con su amigo Jongdae, el cúal le mostró la comida que había comprado para él. Kyungsoo sonrió ampliamente y besó las mejillas de su amigo, mientras los agradecimientos salían de su boca. Chanyeol observaba la escena desde la puerta del comedor, como odiaba a ese imbécil con cara de camello, muchas veces se preguntaba »¿Que tiene el que no tenga yo? Siempre su respuesta era un: Nada, tu eres perfecto Channie. Si, él se amaba mucho« Se acercó hasta la mesa que compartían los muy cercanos amigos y se sentó con ellos, ganándose una mirada de odio por parte de Kyungsoo y una de burla por parte del chico camello.

-¿Que diablos?- Preguntó kyungsoo mientras soltaba su cuchara embarrada de puré de patatas y la dejaba en la mesa.

-No me iré hasta que aceptes mi invitación. Vamos, no creo que sea tan malo estar un rato conmigo- Dijo Chanyeol con cierta pizca de tristeza en su voz, el era una persona perseverante, pero el pequeño lo tenía muy mal, estaba haciendo que su autoestima y su orgullo se rompierán.

Jongdae se llevó una gran cucharada del delicioso puré de patatas, para así poder silenciar la carcajada que pretendía salir de sus labios. Siempre se reía en situaciones como esta, dónde su pequeño amigo era acosado por el gran he imponente Chanyeol. Ciertamente fracasó y el puré salió expulsado directamente a la cara se kyungsoo, que se encontraba frente a él.

-Yo... será mejor que me vaya. Buena suerte gigantón- Y sin más Jongdae corrió con su mochila en el hombro y una bandeja entre sus manos. Sabía que si no corria moriría ahí mismo, y el era muy joven y virgen para morir.

Chanyeol rápidamente tomó la servilleta que se encontraba al lado de la bandeja de Kyungsoo y limpió su nariz y sus ojos, ya que el grandioso puré había encontrado su destino en la bella cara del pequeño de ojos grandes. Kyungsoo estaba en blanco, no estaba pensando en nada más que en matar a su amigo camello, hasta que sintió las grandes manos de Chanyeol limpiar su cara con delicadeza. No mentiría, le había gustado mucho el detalle, también agradeció que no se largará a reir en su cara, odiaba que se rieran de él.

-Yo.. será mejor que me vaya, si.. Gra-gracias Chanyeol- Se dió un facepalm mental por haber sonado tan raro y nervioso, asi que tomó su mochila y salió del lugar, dejando a un Chanyeol con las palabras en la boca y con una servilleta con restos de puré de patatas en sus manos.

Mirame »ChanSoo« PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora