Two.

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Two.

-Qué demonios...- Pensó Kyungsoo en el momento que caminaba por los pasillos de la escuela, Aún seguía en shock por lo que había pasado hace unos cuantos minutos. Si, el odiaba a Chanyeol, pero a veces observaba con detalle al grandulón y le parecía la persona más hermosa del mundo. ¿Quién diablos disfrutaría ver unas orejas de tal magnitud como las que poseía Chanyeol? Solo Do Kyungsoo lo hacía.

Chanyeol miró la servilleta con puré que tenía en la mano -Hace ya varios minutos- y decidió salir en busca del pequeño del mal. Se levantó de la mesa y caminó hasta la puerta, saliendo apresuradamente del comedor. No notó la mirada curiosa de un chiquillo en el fondo del recinto. Hace ya varios minutos trataba de encontrarlo pero no tuvo suerte. - ¿Buscaste en el baño, imbécil? - Su subconsciente había hablado, y el agradeció por eso, ya que no había pensado en ese lugar. Al entrar encontró al pequeño observando su reflejo. Qué lindo, pensó.

-Con que aquí estas pequeñín-Expresó con la voz levemente agitada, buscar al pequeño por casi todo el establecimiento lo había cansado un poco.

- ¿Pequeñín? ¿Estas enserio? -Preguntó Kyungsoo alzando una de sus cejas. Odiaba los apodos, chistes y todo lo que tenga que ver con su altura, se le hacía ridículo y ofensivo. Maldito Chanyeol, pensó.

-Claro que sí, te queda muy bien el apodo. Es adorable... al igual que tú-Respondió el muchacho del metro ochenta, esbozando una boba sonrisa, que logró que Kyungsoo riera, con una pizca de burla, y porque no, de ternura.


- ¿Cuándo dejaras de acosarme, maldita jirafa? - Respondió con un tono de voz neutro y cómico, su humor había cambiado radicalmente gracias a las palabras del contrario.

- ¿Por qué me odias Kyung? - Preguntó con curiosidad notoria en su voz. Siempre se lo había preguntado, pero horriblemente, no encontraba una respuesta.


-Robaste mis crayolas de Hulk en el Kinder, es suficiente motivo para odiarte de por vida- Soltó Kyungsoo, con un semblante serio, totalmente diferente al que tenía hace unos segundos. Todos pensarían que era estúpido odiar a alguien por algo tan minimo como el robo de unas crayolas con tema de Hulk, pero, eran sus crayolas favoritas. Sus malditas crayolas favoritas.

Chanyeol no pudo evitar soltar una estruendosa carcajada, causando un pequeño dolor abdominal. Posó su diestra en su frente, miró a Kyungsoo y volvió a reír. El pequeño no le veía la gracia a la situación, se ponía muy serio cuando hablaba de sus crayolas.


- ¿De qué demonios te ríes? Eras mis putas crayolas favoritas. Maldito poste de luz, roba crayolas y acosador- Soltó con el ceño fruncido Kyungsoo, viendo como Chanyeol aún se reía de la confesión. Lo acababa de insultar pero al muy imbécil no le importaba, el seguía riéndose de sus crayolas.

Luego de cinco minutos de carcajadas estruendosas por parte de Chanyeol, este mismo tomó aire y trato de calmarse. Secó las lágrimas que caían por sus mejillas y sonrió en dirección al pequeño.


-Oh por dios Kyungsoo ¿Me odias por eso? - Preguntó con la sonrisa aún plasmada en su rostro. El nombrado asintió con su ceño aún fruncido y Chanyeol tuvo la necesidad de reír nuevamente, pero no lo hizo. Ya había entendido que era un tema serio para Kyungsoo. Ridículo, pero serio.

Chanyeol finalmente se acercó al lavabo donde se encontraba Kyungsoo, se posiciono frente a el y con voz clara habló.


-Entonces lo siento. Siento haber robado tus crayolas de Hulk en Kinder. Era un chiquillo imbécil que le gustaba coleccionar crayolas robadas. Así que, perdóname pequeño- Observó a Kyungsoo y sin esperar una respuesta salió del baño, dedicándole una pequeña sonrisa.

Mirame »ChanSoo« PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora