Eso es. Voy a estar malditamente alrededor. He intentado ser amable y hablarle dulce, pero he terminado con eso. No me importa que se vaya a casar con ese idiota. Se acabó.
Tengo mi motocicleta estacionada frente de Lucinda's, El lugar italiano más caro a dos ciudades de distancia. Es curioso que Judah esté dispuesto a follar a Melanie en el centro de nuestra pequeña ciudad, pero hace que la mujer con la que se supone va a casarse, conduzca casi una hora de distancia. Es como si jenna fuera su sucio secreto, y ese pensamiento me pone aún más loca. Ella es mía, y es algo para estar orgullosa.
Espero un largo tiempo hasta que finalmente veo que un auto oscuro se detiene y jenn sale. Judah aún no está aquí, pero el conductor arranca, supongo que el plan era que él la conduzca de vuelta a casa. Ese pensamiento me tiene fuera de la moto en un instante y cruzo la calle para llegar a ella.
Jenna está en un vestido y tacones negros. Su pelo azabache está confinado en un apretado nudo en la nuca de su cuello, y parece que tiene una tonelada de maquillaje. Ella se ve como si fuera una persona diferente a la chica dulce, atractiva con la que tuve el desayuno esta mañana. Lo odio.
Cuando llego a la parte delantera del restaurante, se gira y me enfrenta, la sorpresa clara en sus ojos. ¿Emma? ¿Qué estás haciendo aquí? Tienes que irte. Judah va a llegar en cualquier momento.
-Me importa un carajo. —La tomo por la muñeca y tiro de ella detrás de mí, caminando hacia mi motocicleta. Me giro quitándome la chaqueta de cuero, sosteniéndola para que la tome -. Ponte esto y sube en la parte posterior.
-Emma. -Hay un motivo en sus ojos, mientras mira por encima de su hombro al restaurante y luego se vuelve a mirarme, la indecisión se ejecuta a través de su mente. - No es que no quiera irme porque créeme, lo hago. Es porque no puedo.
-Duquesa, no sé lo que está pasando contigo y con el imbécil, pero la boda no está sucediendo. Eres mía, así que mueve tu culo en la parte trasera de mi moto. Vas a venir a casa conmigo esta noche y todas las noches después.
-Esto es ridículo. -Ella golpea su pie cuando se dice la última palabra, lo que me hace sonreír -. No puedo ir contigo. Las cosas podrían ir muy mal para mí si yo no hago esto. -Ella toma un pequeño paso hacia mí, y sus ojos me suplican nuevamente―. Quiero más que nada huir, pero esto no se trata sólo de mí.
Extiendo la mano, agarrando su barbilla, manteniendo nuestras miradas clavadas. Yo no quiero que ella pierda algo. Estoy a punto de decirlo porque esto es crucial.
—¿Confías en mí, Marie?
Veo pequeñas lágrimas que comienzan a formarse en sus ojos, pero que no caen. Ella sólo asiente con la cabeza mientras se mantiene su lugar.
-Entonces confía en que no importa lo que esté sucediendo, me ocuparé de eso. Tengo todo el dinero que podrías necesitar y una casa para mantenerte dentro. No hay nada que no haga para hacerte feliz, y no haré nada para no arreglar lo que te está lastimando. Eres mía, esa es la línea de fondo. Ahora dime, ¿Sientes lo que hay entre nosotras?
Cierra los ojos para tratar de excluir mis palabras, pero presiono su barbilla un poco y los abre mirándome hacia arriba. Después de un segundo, ella asiente.
-Así es, Duquesa. Esto no es un poco de diversión. Esto no es una aventura. Esto es real. Ahora, ¿vas a montarte en mi motocicleta o tengo que atarte a ella? Porque traje la cuerda.
Ella toma una respiración profunda y dejando ir su barbilla, extendiendo mi chaqueta de cuero para ella una vez más. La mira y luego se extiende, tomándola y entrando en ella.
Me giro, subo a mi motocicleta, y me siento allí, esperando a que venga conmigo. Ella se vuelve y mira al restaurante una última vez antes de subir detrás de mí, y ponerse encima. Es en ese momento en que Judah se detiene y sale de su coche.
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LA MECÁNICA (G¡P) [JEMMA].
RandomEsta historia es una adaptación. Créditos a su autor(a).