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Soarinng salía de su casa entusiasmado con destino a un parquecito donde había acordado con Parra, sorprendentemente le había invitado a salir un rato que porqué necesitaba salir a respirar aire, le dé el sol y se distrajera para que no estuviera tan deprimido, en parte era excusa para que así él y Natalan pudieran hablar pero por otra era cierto, aunque lo insultara constantemente era su amigo o se cuestione el como formaron esa amistad, iba a ayudarlo.

En un abrir y cerrar se ojos ya se encontraba cerca estando a pocos pasos de Parra, este lo vió y saludó, obvio que el castaño también lo hizo.

Primera parte completada: sacar a Soarinng de su casa y que vaya al parque cercano.

-¿Qué haremos? - preguntó Soarinng.

-No sé, ¿tú que quieres hacer? Digo, te saqué para que no te quedes encerrado en tu casa - el oyente lo miró mal.

-¿No pensante en nada, cierto?

-Exacto - sonrió un poco tras pronunciarlo.

-Ya ni modo, caminemos y veamos que hay para hacer.

Segunda parte completada: caminar para ir al mero punto. Por fortuna Parra no tuvo que hacer mucho.

Durante el corto trayecto que hicieron se estaban distrayendo con casi cualquier cosa: pasaba unos escuincles corriendo: "que envidia", había un gato que trataron de acariciarlo (spoiler, los ignoró), al otro lado de la calle habían parejas demostrando su amor: "¿no les da pena?" “como que no”, y podría seguir mencionando pequeñas cosas que hicieron algo tardado su camino pero sería una larga lista.

A no mucha distancia estaba Natalan sentado en una banca (toda descuidada pero servía para su función) moviendo su pierna izquierda hacia arriba y abajo de manera involuntaria, estaba nervioso es evidente, miraba constantemente su celular esperando alguna señal del de ojos verdes e incluso la hora, su vista iba de su celular a los lados esperando verlos y regresaba al aparato. Por esta vez decidió arreglarse y no ir todo fodongo sino ¿que imágen daría? No fue elegante pero si con ropa cómoda y bonita a su parecer, aunque claro; ir con ropa oscura no era lo mejor en verano, sudaba de nervios y calor.

Pareció verlos de reojo e ilusionado miró, lamentablemente no eran, su vista últimamente estaba no siendo la mejor pero no le daba importancia, lo atribuye al cansancio de dormir apenas dos horas por día durante más de una semana.

Suspiró un poco triste, encendió la pantalla de su teléfono por quien sabe que vez en el día, 4:48, era la hora que marcaba en ese momento y, según Parra le avisó, Soarinng había llegado a las 4:30, el parque ni siquiera era tan grande como para haber tardado en llegar.

-Unos minutos y ya - susurró para sí mismo, se estaba hartando y era de esperarse dado que llegó hace casi media hora, él sentía que los niños lo miraban raro por estar solo por buen rato y por verse nervioso.

-Y así aprendí a no andar de curioso con lo que el chat me dice - el de cabellera azulada terminaba de contar su anécdota donde por culpa de lo que le ponían y su curiosidad terminó viendo cosas.. ¿como decirlo? ¿Curiosas?

-Es que tambi..én - no terminó su frase y en la última hizo una corta pausa a la par que se detenía, Parra imitó su acción. Quedó helado al ver al chico que tanto quería ver pero en ese momento no quería hacerlo, no sabía el motivo pero estaba nervioso, muy nervioso en realidad, sentía su corazón latir rápidamente, las palabras no salían de su boca aunque trataba, a su vez tenía ganas de lanzarse a abrazarlo y decirle cuánto lo extrañó, aunque también tenía miedo, miedo de no ser aceptado por él, más por lo que él mismo le dijo a Natalan la última vez.

¡Date cuenta! -NataringDonde viven las historias. Descúbrelo ahora