Sentí como el agua iba poco a poco llegando a mis tobillos, era cristalina y muy fría. Aún así me gustaba, hacia calor y el cielo lucía despejado.
Me encontraba en la orilla de la playa viendo a Frank jugar con unos niños que se nos acercaron amistosamente. Jugaria con ellos de no ser que mi bikini era un tanto (muy) pequeño por lo que un movimiento en falso y podría acabar mal, entonces tomé mis precauciones y me mantuve viendolos. Sabía que él disfrutaba jugar con niños, de hecho me lo había mencionado varias veces, sin embargo nunca lo ví interactuando con uno hasta hoy. Los niños confiaban en él y con facilidad se lograron poner de acuerdo para divertirse de manera amena, mientras Frank se encontraba ganandose a los niños yo me fuí a caminar, no sin antes retocarme el bloqueador y ponerme mi sombrero playero junto con mi salida de baño y bolso.
La playa me trae buenos recuerdos, creo que de echo es unos de mis lugares favoritos en la tierra, lo asocio con tranquilidad y felicidad. En mi pequeña caminata me tope con Miguel, un vendedor de vigorones que tiene la cualidad de ser muy carismático, siempre con una sonrisa y unos modales impecables. Al ser una persona que viene casi siempre a esta playa en las mismas fechas a comprar siempre lo mismo él me reconocía como "la chica del sombrero".
Me gusta ese apodo, al igual que mi sombrero que fue un obsequio de mi padre, ya casi era mediodía por lo que me imaginé que Frank ya tendría al menos un poco de hambre así que para él le compré una ensalada de frutas. Al llegar nuevamente a nuestro campo que por cierto terminamos alquilando una sombrilla gigante porque el vendedor logró salirse con la suya (Frank es el tipo de sujeto al que los vendedores convencen de pagar un precio asquerosamente caro) Unos pocos minutos después de que me acostara cansada en la arena pude ver como se acercaba agotado y buscando cualquier cosa refrescante, estaba mojado y sudado, disfrute ver sus abdominales marcados.
- ¿Cómo te fue? luces derrotado- Le pregunté en cuento se acostó a mi lado
- Estuvo bien, fue una fuerte pela 2 contra 1, de no haber sido porque su madre los llamó probablemente seguiría ahí. Creo que ya gaste toda mi energía- Lo dijo mientras me veía con una suave sonrisa- ¿Tienes hambre?
- Oh no tanta, acabo de comerme un vigoron en lo que tú la dabas toda bajo el sol, de hecho te compré una ensalada de frutas- Se la pase junto con una botella de agua que por suerte todavía estaba fría.
- Me conoces tan bien, muchas gracias.
Asentí en lo que me volvía a acostar para tratar de dormir un poco, la mañana se hizo un poco larga con el montón de cosas que hicimos, pasó un rato y el hambre volvió por lo que decidimos ir a buscar algún restauran. La busqueda era complicada, por obvias razones la mayoría de los establecimientos eran de mariscos, lo cual estaba bien para mi, pero no para Frank al que no le gustaban para nada, terminamos llendo a un subway pidiendo claramente el sandwish mas grande.
-¿Qué vas a queres de bebida?
- Una coca estaría bien
Una vez con todo listo en la mesa nos dispusimos a almorzar, estaba haciendo bastante calor, incluso estando en un local con aire acondicionado podia sentirse las temperaturas altas, nuestra conversación se baso en nuestro top 5 de cualquier cosa. Descubrí que le gusta twilithg, me sorprendió bastante por lo que obviamente la platica se desvío por ese lado.
Se abrió un debate sobre porque en mi opinión Edward era mejor que Jacob, Frank pensaba de manera diferente por lo que sabía que esto sería algo tardado. No creo que exista un punto de comparación, o quizás solo no puedo dejar de ver a Jacob como un hombre estupido que no acepta el rechazó
-Jacob es el tipo de hombre insistente con el que nadie quiere lidear!- Lo dijé como argumento final.
- Pero no puedes culparlo porque Bella lo busca a cada rato, cuando no puede estar con Edward. Tecnicamente lo usa, eso es aún peor.
-Ella seimpre puso un alto cuando notaba que se estaba ilusionando! Punto.
- No lo entenderías- Hizo una mueca de ofendido
-Lo que digas...- Concluí sin darle tanta importancia.
La tarde no tardó en llegar por lo que decidimos hacer lo que cualquier pareja promedio haría: ir a ver el atardecer, no sin antes ir por algún snak. Frank elegió un helado mientras que yo decidí irme por algo mas salado. Quería unos chips pero habían muchas opciones, le pedí alguna sugerencia mi acompañante y terminé escogiendo unos doritos. No era fan del picante hasta que Frank comenzó a cocinarme o llevarme a sitios donde practicamente todo tenia alguna salsa picosa. Todavía recuerdo con claridad cada salida, las guardaba dentro de las cosas mas preciadas y me gustaba pensar que él hacia lo mismo
Llegamos nuevamente a la playa que increiblemente estaba bastante vacía y nos dispusimos a disfrutar de las vistas, en un inicio estabamos sentados pero con rapidez nuestras espaldas se cansaron por lo que optamos por acostarnos. Terminó siendo una exelente idea, el cielo que se veía increible y el clima le dió el broche de oro.
- Esta es la mejor manera de terminar un día- Me volvío a ver con una suave sonrisa y un pequeño brillo en sus ojos, finalizando con un beso en el cachete. No puede evitar sentir un sin fin de cosas .
- Concuerdo- Respondí con la misma energía.
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Somos un poema
RomanceCuando los dias vacios me empezaban a exfixiar soñaba despierta sobre un amor dulce que no necesite preguntas. Un amor que tenga su brazo siempre sobre mi hombro, sin importar la hora o la falta de charla. Un amor que haga un segundo té solo por las...