Me estaba poniendo nervioso de sólo estar frente a Fourth. Él no decía nada, me miraba y luego miraba su comida para llevar cucharada tras cucharada hacia su boca. Su rostro no mostraba expresión alguna; eso me aterraba. Mark por otro lado fue quien me puso en esta situación tan extraña y él solo disfrutaba charlar con Ford, incluso parecían ser amigos de toda la vida y nunca antes los ví hablar. Tampoco es que lleve en la prepa como tres años para saber si se llevaban o no, pero nunca se dirijeron la palabra frente a mí hasta hoy. Y si me lo preguntan; yo diría que Mark está coqueteando con Ford. Aunque no sé si Mark sea o no sea hetero, podía asumir que no si seguía comportándose así con el chico de estatura un poco más alta que su amigo.
—¿Y qué haces aquí?— Preguntó Fourth de la nada sacándome de mi nube.
Me señalé, no estaba seguro de si estaba hablando conmigo.
—Sí, tú. El de cabello liso. ¿Qué haces aquí?— Dijo con un tono indiferente y siguió comiendo.
—¿Aquí aquí o aquí donde?— Eso probablemente fue lo más estúpido que pude decir. Hasta Mark me miró con ojos de; me reire de ti todo el mes por eso.
—Aquí en Bangkok.— Su tono era frío y aterrador. Tragué saliva duro antes de responder.
—Mi abuela enfermó.
—Ya veo. ¿Y cómo terminaste en esta preparatoria? ¿tus padres no tienen como que un montón de dinero para enviarte a la mejor de la zona?
Fourth sabía de mis padres, era obvio, limpiaba mi casa y hay un montón de fotos ahí. Pero de igual forma sentí un nudo en el estómago cuando habló de ellos, como si estuviera mal que yo fuera parte de su familia.
—Amm, mis padres estudiaron aquí. Tienen buenas carreras. Falta muy poco para terminar el ciclo y me pareció buena idea ver qué tal las clases por aquí.
—Que desperdicio.— Fourth susurró, pero bien clarito lo escuché.
Hubo un silencio largo antes de que volviera a hablar y decir;
—Oye Fourth...
El mencionado me miró y me congelé. Otra vez. Pero volví a hablar.
—Te eche mucho de menos..— Dije, de verdad lo había hecho.
—Que mal.— Respondió él, tan frío como la punta del Monte Everest. Algo dentro de mí se rompió en ese momento. —Oye Ford, vamos por cafés fríos y un par de medias lunas rellenas.— Y con eso se levantó y se fue.
Ford agitó sus manos mientras se despedía de Mark, y Mark lo miraba coquetamente mientras se iba.
Mi corazón desaceleró. Me levanté de la mesa queriendo ir al baño, pero mi vista se nublo y volví a caer al suelo.
—¡Gem! ¡Gem ¿Qué pasa?!— Escuché a Mark antes de cerrar completamente los ojos.
Abrí los ojos y lo primero que ví fue la carota de Mark cerca de mí. Tan cerca que veía sus pestañas, cada una de ellas. Podía contarlas incluso.
—¡Despertaste!— Gritó él.
—Sí, al parecer sí.
Tomé mi cabeza, se sentía pesada.
—¿Dónde estamos?— Pregunté, no parecía la enfermería de la prepa.
—Estas en tu casa. ¿No reconoces o qué?
¿Mi casa? ¿cómo rayos llegué ahí?
—¿Qué hora es?
—Son las 7 de la tarde.
—¡¿Qué?! ¿cómo cucarachas es que se hizo tan tarde? ¿y quién me trajo a casa?
Miré a Mark esperando respuestas.
—No despertabas, llamé a tus padres desde tu teléfono ya que no tiene contraseña. Ellos fueron a la prepa bastante asustados por ti. No estoy seguro de si fuiste al hospital o no, pero ellos me llamaron, al parecer debían irse de nuevo y querían saber si contaban conmigo para cuidar de ti esta noche. No me negué, aquí estoy desde hace unas horas.
Mi cara era una O total. Mark sólo se encogió de hombros y se sentó en una silla junto a mí.
—¿Tienes hambre? tus padres cocinaron sopa de arroz para cuando despertarás. Por cierto, deja les aviso que ya estás despierto.
Mark llamó a mis padres y hablé un poquito demasiado poco con ellos.
Bajamos a cenar y volvimos a subir.
—¿Tienes cobijas? tu piso se ve bien tieso ehh.
—Vamos, la cama es amplia, duerme en la otra esquina.
Mark era un tipo de sólo escuchar una vez, no alegaba.
Cuando estuvimos listos para dormir apagué la luz. Muy rápido ya estábamos roncando.
A la mañana siguiente.
¡Click!
Me despertó el sonido de una cámara.
—¿Mmh?— Era lo único que salía de mí, despierto, pero no tanto.
Mark ya estaba bien vestido. Seguro llevaba horas despierto.
—Dame díez minutos, Mark. Tengo mucho sueño.
—Como usted diga bello durmiente.
Mark salió de la habitación y yo pegué el ojo otra vez. Un rato más tarde el olor a comida me despertó.
Me levanté flojo, sólo cepille mis dientes y bajé a ver qué pasaba.
—Oh, buena hora de despertar, el desayuno está listo.
Mark había preparado tortillas de huevo y un poco de arroz inflado con verduras para desayunar. Me sentía privilegiado de tenerlo como amigo.
—Gracias, muero de hambre.
Sonreímos y nos sentamos a desayunar.
Por lo general no miro mi teléfono cuando estoy desayunando, pero una notificación de Instagram me llamó la atención.
<@._kunaanuvit._.markpakin te a mencionado en su historia.>
Miré a Mark y abrí Instagram, él estaba concentrado comiendo como para ver qué hacía. Y ay no...
ERA UNA FOTO MÍA DURMIENDO COMO ROCA. Todavía de paso decía; vamos bebé, es hora de despertar.
—¿Quién caracoles te dió mi Instagram?
Mark soltó una carcajada.
—Borra esooo, me veo fatalll.
—No lo haré jamás, incluso la pondré en destacadas.
Mark me peleaba como niño chiquito, hasta me sacó la lengua.
Mis intentos de que fuera eliminada esa foto fallaron, me vengaria algún día.
—¿Estás listo?— Preguntó Mark.
—Sip, en marcha.— Respondí.
Hace un rato Mark esperó pacientemente hasta que terminé de bañarme y arreglarme. Luego de eso hablamos sobre enseñarme a conducir hoy mismo, ya era sábado después de todo.
Mark me explicó algunas cosas en casa y a las 12 del día aproximadamente salimos rumbo a un lugar donde no había absolutamente ni una sola vida por ahí.Me quedé viendo todo antes de comenzar y respiré profundo.
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Capítulo | 6 |
Palabras: 1,000. 🌿
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Triple actualización.
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(Domingo 09 de julio 2023)
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𝒞𝒽ℴ𝒸𝒶𝓂ℴ𝓈 ℰ𝓃 ℰ𝓁 𝒯𝓇𝒶𝓎ℯ𝒸𝓉ℴ 2 ♪ ᵍᵉᵐⁱⁿⁱᶠᵒᵘʳᵗʰ
RomanceFirst y Khao deciden adoptar a un adolescente de 15 años que crece junto a ellos. Llevarse bien con Norawit fue todo un proceso, pero aplicando sus conocimientos todo fue más sencillo. Tres años después de la adopción cuando Gemini había aceptado su...