8. ¿Te gusto o qué?

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No contaré mi día de hoy. Sólo puedo decir visita a mi abuela. Todo el día estuve allá después de que mis padres fueran por mí a la casa.

Otra vez era lunes, mi rutina era la misma; bañarme, arreglarme, desayunar y dejar que Mark fuera mi chófer personal.

—Odio esta materia, de verdad la odio.— Mark se quejaba de inglés mientras yo no podía quitarle la vista de encima a Fourth, quien se encontraba dos pupitres adelante del mío a mano derecha. —¿Gem? ¿estás escuchando?

—¿Ah?— Lo miré y vaya, parecía realmente enojado. —Ah, eh, esto, digo. Ashhh. Toma mi libreta y copia mis respuestas, pero deja de mirarme así.

Mark sonrió y felizmente copió mis respuestas.

—¡Gracias!— Dijo él. —Es hora, vayamos a ingerir algo rico.— Y se levantó. Esperando que lo siguiera.















—Una tortilla de huevo para mí, no mucho arroz por favor.— Escuchaba a Mark hacer su pedido, pero yo no podía quitarle los ojos de encima a Fourth. —Para este obsesionado lo mismo, pero con más arroz.

¿Acababa de llamarme obsesionado? Lo miré entrecerrando los ojos.

—Toma, vayamos a buscar una mesa.

Encontramos una linda mesa debajo de un árbol de flores rosas y nos sentamos ahí.

—Dejame ir por las bebidas.— Dije y me levanté. Mark siempre tomaba lo mismo, así que ya ni le pregunté.

—Dos buble jelly coffee para mí por favor.— Pedí, y me quedé esperando.

—¿Por qué tantas miradas? ¿te gusto o qué?

Ay no, que discreto que soy Dios mío.

Miré al más bajito y sonreí.

—No sonrías, ¿tienes algo que resolver conmigo?— Peleaba él.

—No, Fourth. ¿Necesitas algo tú?

—Si no tienes nada que hablar entonces deja de mirarme, acosador.— El de cabello bonito se iba, pero por alguna razón lo tomé del brazo.

¿Qué rayos? ¿por qué hice eso? Sí, lo admito, estuve mirándolo mucho, pero ni siquiera sabía que quería decirle, simplemente era como mi objetivo.

—¿Ahora qué?

Hubo silencio un momento, pero luego se me vino a la mente algo para aclararme de una buena vez.

—Sí quiero hablar contigo, pero que sea fuera de la prepa. Por favor.

El chico de bonita sonrisa me miró de arriba a abajo rápidamente. Luego asintió y se liberó de mí.

—En la salida entonces.

Y con eso tomó su camino.

—¡Gem! ¡me quemé, apúrate!— Escuché a Mark gritarme.

¡Rayos!

Pagué, agradecí y me fuí.















—¿Entonces te espero o no?

—No es necesario. Hablaré con él y tomare el autobús de regreso. No hace falta que me esperes.

—Bueno, entonces así le hacemos.

Miré a Mark y mi curiosidad llegó.

—Oye, de la nada se me vino a la mente una pregunta.

—¿Es?

—¿Por qué te juntas conmigo? digo, no es que me moleste, disfruto tu compañía, pero no te he visto hablar con nadie más que con Ford. ¿Con quién te jungabas antes de que llegara?

𝒞𝒽ℴ𝒸𝒶𝓂ℴ𝓈 ℰ𝓃 ℰ𝓁 𝒯𝓇𝒶𝓎ℯ𝒸𝓉ℴ 2 ♪ ᵍᵉᵐⁱⁿⁱᶠᵒᵘʳᵗʰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora