CAPÍTULO TRES

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| "Enchanted" |

ZURI

Ya llevaba varias copas encima cuando mi mente decidió asimilar lo pegados que estábamos bailando Ran y yo. Estaba de espaldas a él, notaba su mano en mi cintura sujetándome con fuerza mientras nos movíamos al unísono y cantábamos las canciones que iban sonando.

Llevábamos un buen rato así, quizás cerca de una hora, pero el tiempo se había pasado volando.

Me sentía demasiado bien, no quería emocionarme en exceso pero notaba tal conexión entre nosotros que se me hacía imposible no hacerlo. Sabía perfectamente que teníamos los ojos de la gente sobre nosotros, probablemente chismoseando, pero nos daba completamente igual.

Era como si solo él y yo existiésemos en ese momento, con la música fuerte y los focos centelleando alrededor de nosotros.

—Me gusta mucho tu tatuaje —le atraje estirándole suavemente de su trenza para susurrarle al oído en un momento dado, cuando se arremangó la camisa que llevaba puesta. Me sorprendí al vérselo, pero no le mentí; quedaba demasiado bien ver su brazo tatuado bien trabajado agarrando parte de mi abdomen.

—Gracias —contestó, con su media sonrisa que ya se me hacía familiar. —A mi me agrada mucho tu acento —me voltee de nuevo para mirarle a los ojos con sorpresa y algo ofendida.

—¿¡Acento!? —repliqué, de nuevo, en su oído, debido a la música tan alta. Era la excusa perfecta para mantenerme lo más cerca posible de él.

—Sí, eso he dicho. Tienes un acento particular, es bonito —me tomó por el mentón para acercar su rostro al mío.

—Mentiroso... eres tú el que tiene acento de Tokyo —se rió.

—¿Y te gusta? — la pregunta me tomó por sorpresa, noté como pasó su pulgar encima de mis labios. Claro que me agradaba, como todo en él.

¿Debía decirle eso? Me mordí el labio disimuladamente mientras continuaba eclipsada por su mirada fija y el tacto de su dedo por mi rostro. Durante todo el rato que habíamos estado pegados bailando, cantando y tomando, había notado tanta tensión y conexión que apostaba de pleno a que él sentía lo mismo.

—Claro que me gustas —me acerqué, de nuevo, a su oído y se lo solté, haciendo especial hincapié a esa "s" final, dejándole claro que quien me agradaba era él, tanto como su acento.

—¿Hmm? —musitó, con algo de ironía, dándome a entender que no lo había oído bien cuando yo, debido a como apretó mi cuerpo contra el suyo, sabía que lo había escuchado perfectamente.

Hundí mi cabeza en su pecho y coloqué una de mis manos en su nuca, acariciándole con suavidad con mi dedo índice mientras observaba sus facciones masculinas que tanto me gustaban. Fue entonces cuando yo noté sus dos manos posicionándose sobre mis caderas.

—No te hagas el tonto —le dije tratando de sonar seria, pero se me escapaba una pequeña sonrisa mientras jugueteaba con una de sus trenzas.

—Zuri, Zuri... —se mordió el labio y subió una de sus manos por mi espalda, haciendo que me estremeciese un poco ante su tacto. —Me harás caer... —habló en un suspiro sobre mi cuello.

No entendí bien a que se refería, pero todo dejó de tener sentido cuando nuestros ojos se cruzaron una vez más de forma definitiva, como si ellos hablasen por nosotros.

Y así fue, nos dejamos llevar por la pasión del momento. Sin esperarlo más, nuestros labios se juntaron.

Esa ardiente unión era algo que llevábamos esperando toda la noche y se había estado haciendo de rogar, pero finalmente llegó.

Yonaguni | Ran & Rindou Haitani x OC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora