CAPÍTULO CINCO

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| "Paper rings" |

ZURI

Esto... ¿podrías darme tu número de teléfono? — cuestioné con cierta timidez.

No conocía a nadie en Tokyo, aparte de él y su hermano. Pensé que sería una buena idea pedir su número para poder contactar con él.

Me miró con asombro.

—¿Has dicho que quieres mi número?

—Realmente estás sordo, chico —bromee. —No pensaba acosarte ni nada parecido, es que eres la única persona de mi edad que conozco de por aquí y he pensado que sería buena idea mantener el contacto.

—Buena idea... sí, claro — me respondió con un tono algo sarcástico que me enfadó un poco. Me crucé de brazos y miré hacia otro lado.

—Pero que exclusivo eres... tranquilo, ya no me hace ninguna falta tu contacto. Me apañaré sola.

—Es muy fácil hacerte enfadar, ¿eh?

—Tampoco te lo creas tanto — hablé sin mirarle siquiera.

—Venga, préstame tu teléfono y apuntaré mi número, pequeña acosadora— me pidió mientras acercaba su mano hacia mi para que depositase mi móvil en ella.

—Hm —musité. — No te ha hecho demasiada gracia, así que no te lo daré.

—Pero serás... —el camarero interrumpió nuestra conversación al dejar sobre la mesa las galletas de té que habíamos pedido y nuestros cafés.

—¡Gracias! —dijimos al unísono con una sonrisa claramente falsa, que se esfumó en el momento en el que el camarero se dio la vuelta, frunciendo el ceño casi a la vez al mirarnos fijamente.

—Cabezota. Eres una cabezota. Dame tu móvil de una vez — me pidió el de lentes. Ahora parecía que era él el que estaba deseando tener mi número.

—¿Al final te entraron ganas de tenerlo?
— pregunté con un tono gracioso mientras elevaba una ceja. Esto pareció incomodarle ya que se sobresaltó un poco, aunque lo intentó disimular.

—Mira, ¿sabes qué? Al diablo. Haz lo que quieras. Si me lo quieres dar, bien, y si no, es tu puto problema.

—Vaya, vaya... pero si te has acabado enfadando tú solito— le dije con una pequeña sonrisa burlona. Tan agresivo que se veía hace un rato y lo fácil que era hacerlo rabiar... —Venga, te lo daré, porque soy una chica divertida y te aseguro que no te arrepentirás de tenerme entre tus contactos — dije con seguridad.

—Já... eso habría que verlo... — contestó de mala gana mientras tomaba una de las pequeñas galletas. Yo negué con la cabeza. Que amargado, no tenía nada que ver con su hermano.

Aunque quizás él al menos si era fiel a sus parejas.

Ese pensamiento me hundió. Por un momento, me había olvidado de la situación real: el tipo por el que me acababa de mudar a la gran ciudad estaba prometido, y no solo eso, si no que yo había sido el cuerno.

The other woman.

Me sentí tremendamente lamentable y tragué saliva mientras observaba mi café fijamente.

—¿No te decides? ¿No era que ya estabas tan segura? — cuestionó mientras dibujaba un círculo con su dedo índice sobre la mesa.

Me sacó de mis pensamientos y no dudé en tomar el móvil de mi bolsillo.

—¡Mierda! —exclamé al pulsar el botón lateral y darme cuenta de que la pantalla no se encendía.

—¿Qué pasa ahora?

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2023 ⏰

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