Capítulo 6.

5 2 0
                                    

Ese día en la noche, Jungeun se había vestido con su mejor atuendo, antes de irse había avisado a sus abuelos que no la esperarán pues no sabía la hora que volvería, ambos estaban felices al saber que Jungeun saldría con Haseul.

Antes de salir Jungeun recordó que Yeojin le había dicho específicamente que llevará su Porsche en lugar de la vieja camioneta de su abuelo, así que Jungeun rápidamente busco las llaves y saco el lujoso auto, que ahora mismo no le agradaba tanto.

La casa de Haseul no estaba lejos, de hecho la casa de la joven se encontraba justo donde el terreno de sus abuelos terminaba.

Al llegar Jungeun se estacionó afuera y fue a tocar el timbre, siendo rápidamente recibida por Yeojin, quien ni siquiera se molestó en preguntar de quién se trataba. La pequeña estaba muy linda, llevaba un adorable vestido blanco con graciosas ranas.

- ¿Trajiste el Porsche? - pregunto mientras dejaba entrar a la castaña en su casa, Jungeun frunció el ceño.

- ¿Y como sabes que es un Porsche? - le pregunto divertida. Yeojin alzó los hombros mientras acomodaba su cabello.

- Mi papá tiene un Porsche. - dijo sin importancia.

- ¡Yeojin, espero que estés lista! Jungeun vendrá en cualquier momento. - hablo la mayor de las pelicorto mientras bajaba las escaleras, fue hasta que Jungeun se puso de pie que Haseul se dió cuenta de su presencia y se sonrojo. La pelicorto llevaba un bonito vestido veraniego blando y se colocaba el arete mientras bajaba. - ¿Llegaste hace mucho tiempo? - pregunto pasando sus manos por la falda del vestido. - Yeojin insistió que usaramos vestidos. - se apresuro a decir al notar que Jungeun no quitaba su mirada de este.

- ¡Hey! Eso no ejj verdjk. - trato de defenderse, pero Haseul, avergonzada, se apresuro a poner una mano sobre sus labios haciendo reír a Jungeun.

- Creo que los vestidos son una gran idea, ambas se ven muy lindas. - halago. - Además, creo que son perfectos para el lugar al que vamos.

- ¿A dónde vamos? - pregunto rápidamente la menor de las tres. - ¿Vamos a Seúl? - grito emocionada.

- No vamos a Seúl, pero tampoco te diré a dónde vamos, es una sorpresa.

El camino fue divertido, Yeojin se había hecho cargo de la música y Jungeun estaba muy sorprendida que los gustos de la más joven eran iguales a los suyos.

Al llegar Yeojin casi se había lanzado del auto al descubrir que se encontraban en el puerto. Yeojin le había dicho a Jungeun que siempre había querido ir a uno, así que Jungeun había investigado dónde estaba el más cercano y para su sorpresa uno de los pueblos vecinos tenía un puerto increíble.

- Primero vamos a cenar y luego vamos a volver para conocer bien el puerto, ¿Que les parece? - ambas estuvieron de acuerdo y así fue, Jungeun había hecho una reservación en un restaurante a la orilla del mar que a las dos les había encantado.

Yeojin había comido hasta casi explotar, Haseul había sido más penosa y solo había pedido una ensalada, aunque Jungeun insistió que pidiera algo más, pero fue imposible convencerla.

Aún así, Jungeun y Haseul casi habían terminado con dos botellas de vino, cosa que puso a las dos de mucho mejor humor y más relajadas.

- Haseul, tengo sueño. - dijo Yeojin mientras salían del restaurante. Las dos adultas habían querido quedarse un poco más y tal vez beber más vino, pero Yeojin había comenzado a sentirse somnolienta así que decidieron que era momento de irse antes que la pequeña cayera en los brazos de Morfeo, sin antes poder ver bien el puerto.

- Lo se, pero si te duermes ahora no vas a poder ver el puerto, Yeojin. - la pequeña murmuró un suave "está bien" y siguió su camino tomada de la mano de Jungeun.

- Entonces... - hablo Jungeun mientras se acercaban al puerto, Yeojin se soltó de su mano y corrió hasta quedar frente a un enorme barco de carga. - ¿Por qué estás soltera? - se atreve a preguntar, Haseul había fruncido el ceño y Jungeun pensó que la pregunta le había llegado a molestar. - Es decir, eres una mujer muy linda y agradable, Haseul. - la mencionada relajo su semblante.

- Te agradezco que lo pienses. Y, sinceramente, creo que no he buscado a nadie en mucho tiempo. Incluso cuando era una recién llegada aquí, algunos chicos y chicas trataron de acercarse a mi, pero no tenía tiempo para eso y tampoco interés. ¿Y tú, Jungeun? ¿Por qué estás soltera?

- Bueno, no hace mucho estuve a punto de casarme con alguien. De hecho creo que ya pasó un tiempo, más de un año, pero quise mostrarle algo de respeto a lo que tuvimos así que desde entonces no he salido con nadie. Por cierto, ¿Que hay del papá de Yeojin? ¿Sigue viéndola?

- Bueno, el padre de Yeojin es un imbécil, hace unos dos años que no la ve, aunque eso es un poco mi culpa, nosotras nos fuimos y nunca le dije a dónde, pero espero que no nos encuentre, Yeojin no lo necesita.

- ¿Así que te escapaste? - Haseul asiente. - ¿No estabas enamorada de él? - Jungeun no entendía de dónde venía tanta valentía, normalmente no era una persona que buscará las respuestas de sus curiosidades, tal vez era la botella de vino.

- Mmh, al principio si, lo conocí en la secundaria y estuvimos juntos desde ese momento, éramos la típica pareja popular de secundaria, él era capitán del equipo de basquetball y yo era animadora, todos decían que éramos una pareja muy linda y creo que lo éramos, en la universidad decidimos casarnos y creo que ese fue nuestro error más grande, él quería hijos cuánto antes y yo no, pero le di el gusto y así nació Yeojin, pero él no quería una niña así que no estaba feliz y yo aunque no quería hijos, ame a Yeojin desde el primer momento y quería dedicarme completamente a ella, pero él quería que tuviéramos más hasta que tuviera a su amado varón, así que me cansé un poco de su insistencia y comencé a tomar distancia, nunca me golpeó, pero los últimos meses gritaba mucho, así que decidí que no era la vida que quería para nosotras dos y mientras estaba de viaje, tomé mis cosas, a Yeojin y parti.

Jungeun escuchaba atentamente la historia de Haseul, le parecía asombroso como había sido tan valiente.

- Y así fue como llegamos acá, tus abuelos fueron los mejores en aquel momento, viví un tiempo en la granja con ellos y trabaje en la tienda hasta que logre juntar dinero para rentar una casa.

- ¿Y el padre de Yeojin nunca las busco?

- Bueno, mis padres aún viven en Cheongju, así que trato de buscarme ahí, pero fueron unas dos o tres veces y luego desapareció, es mejor así de todas formas, ¿Sabes?

- Me imagino, creo que ni tú ni Yeojin lo necesitan, estás haciendo un gran trabajo con tu hija.

- Gracias, Jungeun, aprecio que lo digas.

- ¡Jungeun, cargame! - grito Yeojin mientras corría a los brazos de la mencionada, Haseul estaba a punto de regañar a su hija por confianzuda, pero Jungeun sin problema la cargo en sus brazos y la pequeña recostó su cabeza en su hombro, quedándose dormida de inmediato.

- Lo siento, Jungeun, le agradas mucho y es muy confianzuda con la gente que le agrada.

- No tienes que disculparte, también me agrada mucho Yeojin. El poco tiempo que he estado acá a sido agradable gracias a ustedes, me gusta pasar tiempo con las dos.

El camino de regreso había sido silencioso pues no querían despertar a Yeojin quien dormía plácidamente en los brazos de su madre.

- Gracias por la cena y por llevar a Yeojin al puerto, Jungeun. - dijo la pelicorto una vez que estaban en su casa, Yeojin ya dormía en su habitación gracias a Jungeun que la había cargado hasta allá.

- Fue un placer, espero que podamos repetirlo muy pronto, Haseul. - Jungeun beso la mejilla de Haseul tímidamente, fue toda una sorpresa cuando la pelicorto la jalo por la chaqueta y beso sus labios.

- ¿No quieres quedarte? Creo que tengo una botella de vino en la alacena. - dijo sin mirar a los ojos de Jungeun, sabía que la pelicorto estaba avergonzada por el beso.

- Me encantaría. - acepto gustosa cerrando la puerta y llendo con Haseul hasta la cocina.

Town Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora