La noche anterior

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- ¿Por qué no aceptó la despedida de soltero? - preguntó YeonJun, bebiendo el contenido del vaso de cristal.

- Nunca le ha gustado esa clase de cosas - respondió SooBin, pidiéndo otra bebida más.

- ¿No piensas decirle? - preguntó el mayor sonriendo de lado.

- ¿Decirle qué? - SooBin lo observó con la clara interrogante en su rostro.

- Lo que sientes por él, aunque es lo más evidente del mundo se nota que los dos son lentos - se burló bebiendo de golpe el contenido.

SooBin miraba un punto en la nada analizando si era adecuado, al fin de cuentas Kai se casaría en solo unas horas.

- Vas a perderlo si no lo haces ya, créeme - dicho eso el chico se fue del lugar.

SooBin deambulo por las calles; pasaba de la media noche pero era lo que menos importaba aunque era cierto, debía estar a las 06:00 listo para ayudar a su amigo, después de todo era el padrino de la boda.

Vas a perderlo si no lo haces ya...

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Termino parado frente a la casa de Kai, esa que dejaría tras la boda, el solo hecho de recordar que días atrás habían decorado el nuevo departamento donde viviría con la que sería su esposa lo disgustó, miró el reloj y daba las 02:48, necesitaba hablar con él o se volvería loco.

Flashback

- ¿Cuándo te diste cuenta que te gustan los chicos? - preguntó un curioso Kai mientras movía su pierna, se notaba inquietó, debía ver si había quedado en la universidad y los resultados solo se retrasaron.

- No me gustan los chicos - respondió, sin ganas, SooBin.

- ¡Pero dijiste que te gusta uno! - se exaltó el menor - ¿Estás jugando conmigo? - interrogó.

- No me gustan los chicos, solo me gusta él, eso es todo - sus miradas chocaron por unos segundos - deja de mirarme así - Frunció el seño.

- ¿Así cómo? - sonrió Kai.

- Eres un idiota - SooBin chasqueo la lengua y se levantó de su sitio.

- Siempre escapas de mí, ya detente - gritó Kai, saliendo detrás de su amigo.

Fin flashback

Horas después

- No sigas - sonrió el mayor.

- ¿O qué? - pregunto, travieso, Kai.

- No voy a detenerme, no voy a medir las consecuencias de lo que pueda hacer - advirtió, entre risa y risa.

Los dos estaban enredados en la cama, por alguna razón las piernas de Kai se entrelazaban con las suyas, la ropa del menor estaba arrugada al igual que la suya además de tener uno cuantos botones desabrochados, eso ponía más traviesa la situación, sin embargó no quería ir más lejos, no era el momento.

- No sé qué haré en la mañana - confesó Kai, pegando, si era posible más, su cuerpo al mayor.

- Huyamos - Propuso SooBin en los que metía su mano en la cintura de Kai.

- Estás loco - respondió el menor botando el aire por la nariz - ya son las 3:50 - comentó observando el reloj encima del escritorio.

- Sí te casas será más díficil vernos - hablo SooBin acariciando la piel descubierta de Kai.

- Sí no me caso van a odiarme muchas personas, después de todo yo soy el que le propuso matrimonio - respondió sin mucho ánimo.

- Bueno, es cierto pero yo estaré contigo siempre - volteó hacía Kai ocultando su cabeza en el cuello del menor, su brazo se enterró en su cintura.

- No quiero despegarme, aún me parece un sueño esto - comento el menor sonriendo en el proceso, empezaba a acariciar el cabello de su "amigo" en lo que este se acurrucaba en él.

- Creo que me haz gustado desde siempre, quizás tu padre lo noto incluso antes de que yo mismo lo supiera - olfateaba el aroma del chico en toda la extensión de su cuello.

- Es... Posible - divago.

- No te cases - susurró dando besos en el cuello y la barbilla de Kai - Vámonos juntos, los dos ya tenemos nuestros títulos profesionales, seguramente sobreviviremos de ello - levantó la vista y Kai lo observó.

- No puedo, lo siento, sabes que me será imposible olvidar mi promesa con... Ella - susurró, sentía el miedo de ser señalado.

- ¿La quieres? - preguntó el mayor, temia una posible respuesta positiva.

- No creo, bueno, no lo sé - suspiró deshaciendo la maraña creada entre los dos cuerpos y sentándose en el borde de ella cama - esto es muy repentino, no es como que pensé que esto iba a pasar - comentó dándole la espalda a SooBin mientras desordenaba su cabello.

- ¿Me quieres? - sonó, aún más tímido el mayor.

- Sí pero, no estoy seguro de todos estos sentimientos - lamió sus labios levantando la vista.

SooBin bajó rápidamente de la cama y se puso frente a Kai, levantó su barbilla y simplemente lo beso, un beso mucho más lento que los anteriores, su lengua divagaba explorando la extensión de los delgados labios del chico.

- Yo haré que me quieras - susurró volviendo a la posición inicial en la que el caia encima del menor.

El beso era lento, las palpitaciones incrementaban y la necesidad de más iba en ascenso, por momentos creía que no podría controlar sus impulsos, tampoco Kai lo detenía, parecía invitarlo a seguir un ritmo que el pusiera.

- Te amo - susurró sobre los labios del menor y sus miradas chocaban sin apartarse.

- Yo... - fue silenciado por otro beso.

- No necesitas decir algo por compromiso, hoy no, hoy puedo dar tanto amor por los dos como sea necesario - susurró acariciando la mejilla de Kai, este cerró los ojos y trago todo ese nudo formado en su pecho.

Los besos incrementaban la necesidad de algo más, el menor dejaba que SooBin lo guiará, después de todo está era la primera vez en una situación cómo está. Trataron de ser silenciosos, lo que menos querían era que alguien los viera en esa situación tan poco usual, después de todo siempre habían sido amigos.

Pasaron las horas y el reloj marco las 05:55, una alarma sonó en la habitación y los dos se estremecieron por el frío del ambiente, sus cuerpos estaban desnudos cubiertos por algunas frasadas.

- Esto fue un total disparate - hablo Kai tratando de ponerse en pie pero una molestia no le permitió haberlo.

- ¿Te lastime? - pregunto, muy preocupado el mayor de los dos saltando de la cama sin nada encima.

- Creo que lo normal en una situación así - susurró, aún tímido apartando la mirada de la desnudez de su compañero - debo alistarme - comentó tomando asiento sobre la cama.

- Voy a ayudarte - SooBin intervino tomando a Kai por los brazos, realmente ver su cuerpo con la luz del día era aún más excitante de lo que había sido por la noche.

Entraron a la regadera en silencio hasta que SooBin no pudo aguantar el acariciar la piel de Kai, todo lo que le era permito, tampoco era como si el menor lo contuviera.

- No voy a dejarte ir, ya no - susurró plantando un beso en el hombro del menor.

Asumaquina

No te casesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora