Tras lo sucedido después de la boda, SooBin decidió no tener contacto alguno con Kai, esperaba que ese dolor se le pasará, como se lo había asegurado YeonJun esa noche.

- Sal, vamos a comer algo - llamó YeonJun y SooBin lo observó desconcertado, a través de la cámara del intercomunicador - sé que estás ahí SooBin, abre y vamos a comer algo - insistió el mayor con una clara posición.

- No tengo hambre, ya comí - contesto el menor, presionando el botón del intercomunicador.

- Mientes, conozco ese titubeo, abre o encontraré la manera de entrar, eso será peor - aseguró con una voz firme.

Fue una salida forzosa pero la necesitaba, llevaba días, que a pesar de haber hecho algo rutinario como limpiar comer y dormir, lo estaba hundiendo un poco; aspiro el aroma del ambiente y entraron a uno restaurante cerca de su casa.

- ¿Quieres acompañarme a Londres? - hablo YeonJun - Tengo un examen que tomar para aprobar el postgrado que tome y me llevará dos meses arreglar todo - observaba los distintos platillos de la carta.

- ¿Y qué se supone que haga yo en los momentos en lo que no esté contigo? - preguntó con una mueca chueca en el rostro.

- Puedes despejarte, alejarte de todo este ambiente que solo te lo recuerda, estás encerrado en ese departamento que compraste hace poco más de un año y no sales para nada, mirate, estás más pálido que enfermo terminal - YeonJun lo señaló completo - Vamos a ir, como tú Hyung te exijo que lo hagamos, además, me debes el viaje de cumpleaños del año pasado y no aceptó un no por respuesta - sentenció llamando la atención de la mesera.

SooBin se quedó mirando a YeonJun incrédulo pero no dijo palabra alguna, se limitó a ordenar y comer en silencio.

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- Me gusta el color rosa - habló ella - ¿Y a ti amor mío? - tomo el brazo de su esposo y se agarró con firmeza.

- Sí, también me gusta - sonrió dubitativo.

- Siempre dices que estás de acuerdo ¿En serio lo estás? - preguntó la chica picantole la mejilla derecha, él la miró de reojo y cerró los ojos.

- Te dije que no me gusta que hagas eso - susurró para evitar que miradas indiscretas se posaran en ellos, después de todo era su primera comprar como marido y mujer.

- ¿Po qué? - trató de sonar como una niña pequeña pero no lo logró, Kai solo se estaba cansando de lo mismo.

- Me duelen las mejillas y tu delicada manicura provoca que me duela más - está vez se notaba una sonrisa cuadrada y totalmente desfigurada en su rostro - ya no lo hagas - concluyó yendo rumbo a la caja para pagar el pedido.

- A penas es una semana ¿Está es la vida de casados? - se preguntó ella para si misma suspirando por los recientes acontecimientos.

- Hyuka ¿Aún te gustó?

- Sí, no me hubiera casado de lo contrario.

- Pero, no me has tocado...

- Estoy estresado, este departamento es nuevo y no tenemos muchas cosas... Además que tuvimos que retrasar el viaje, estoy estresado.

Solo esperaba que fuera el estrés, en verdad lo esperaba.

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- Los boletos están comprados, nos vemos el jueves a las 14:00 en el aeropuerto - hablo YeonJun sacando el celular y tomando nota de algo.

- No he aceptado aún Hyung - hablo SooBin, frunciendo el señor.

- Irás, ya revise tu agenda y no tienes nada pendiente - habló, con autosuficiencia y se retiró rumbo a su automóvil sacando las llaves del bolsillo.

- Pero eso es invadir toda mi privacidad, hay límites YeonJun-Na - grito pero el mayor hizo caso omiso a todo lo que el chico dijo.

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- Salimos el jueves a las 10:00 - habló la chica corriendo rumbo a Kai.

- ¿Ya se resolvió todo el tema de los documentos? - preguntó, sorprendió, el chico mientras dejaba de lado las cosas que llevaba acomodando.

- ¡Sí osito! - chilló la chica sonriendo enormemente - por fin tendremos nuestra esperada luna de miel, esto es realmente espectacular - alegó abrazando a Kai por el cuello.

- Eso es bueno - susurró con una sonrisa cuadrada en el rostro.

- Amor ¿Hoy tampoco tienes ganas de nada? - la chica comenzó a acariciar el cuello y cabeza de Kai simulando unas garritas.

- No lo sé - susurró, a decir verdad la culpa lo estaba comiendo, no podía ver a SulGi como antes, no le nacía tocarla o besarla - comamos algo, quizá talvez - se escuso.

- Te amo - alegó ella besando sus labios, el correspondió el acto en modo automático, ya no sabía que pensar.

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La idea era tomar esto como lo que eran, unas vacaciones, así que alistó todo lo que le pareció prudente como su cámara, algunos cuadernillos de bocetos, realmente no dibujaba pero escribía en ellos, su estuche de plumas. Todo estaba en la cama trato de dar un orden preliminar en su mente pero no pudo tras distraerse observando el estuche que Kai le había obsequiado para su cámara y el maletín a juego con su kit de fotografía ¿Era buena idea llevar todo ello consigo? ¿La idea no era olvidar todo sobre Kai? Tomo todo aquello y los guardo, no llevaría cosas que lo llevarán a pensar en él, tendría que ver algo más o comprar estuches nuevos.

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Kai acariciaba tiernamente la piel de sus muslos, sin embargo no se sentía tierno el toque, era más como una distracción mientras su mente divagaba, lo observó mirando un punto en la nada mientras los dos permanecían desnudos, había pasado lo que tanto ella había pedido pero no se sentía satisfecha, por alguna razón lo había sentido muy distante, parecía disfrutarlo pero realmente, ahora que lo veía de frente, no había satisfacción alguna en sus facciones, él parecía perdido en esa maldita figura en el techo, suspiró y se fue al baño, quería bañarse antes de dormir.

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Siendo sincera, no sé cómo continuar la historia pero trataré de darle un final adecuado y que no se quede colgando como muchas de las otras obras que tengo, disculpen la tardanza.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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