Di que no

66 8 2
                                    

Kai se estremecía con cada caricia impartida en su anatomía, esas chispas de energía que lo impulsaban a querer más eran tan jodidamente satisfactorias que negarse a ellas era simplemente imposible. El agua los cubría a los dos y los besos emanaban una necesidad palpable.

- Soñé muchas veces con esto - habló SooBin, su pecho subía y bajaba por el aire agitado que salía de sus labios - esto realmente está pasado - sonrió y sus hoyuelos se dejaron ver.

Kai aún tímido solo sonrió y lamió sus labios, su molestia en la espalda baja y cadera ya no se notaba, al menos no lo suficiente como para no poder estar en pie. Tuvieron nuevamente relaciones en la regadera, algo más corto que en la cama puesto que la hora apremiaba, y aunque conscientes de esto sus travesuras no se dejaron esperar. SooBin salió primero alistando todo para que Kai pudiera descansar un poco, después de todo había sido su primera vez y debía ser lo más gentil posible, aunque solo sonará a un disparate mal empleado.

- Ya son casi las 07:00 - susurró Kai recostado, aún con partes del cuerpo mojado.

- Aún hay 2 horas - explicó SooBin, se movía con tanta agilidad en aquella habitación.

- Es extraño que mis padres no vengan aún - comentó retorciéndose en la cama, por alguna razón el pudor se había ido y permanecer totalmente desnudo ya no era un problema, a pesar de que su amigo ya estaba emprendiendo su afán en alistarse.

- Sabían que yo vendría a ayudarte - comentó, indiferente, el mayor en lo que sacaba el traje nupcial del armario - No me explico por qué blanco - observó el impecable traje en su empaque.

- Son tonos que elegimos al azar - le resto importancia sentándose en la cama - ¿Cómo se supone que vaya estar en pie por tantas horas con todo esto? - se refería a la molestia en las caderas, no se imaginó que la primera vez fuera así de molesta, a decir verdad no sé había imaginado que tendría una primera vez con SooBin.

- Creo que sí te lastimé - sonaba preocupado, ya llevaba los pantalones y la camisa encima, aún le quedaba algunos accesorios por ponerse pero empezó a poner atención a Kai - Lo siento - susurró poniéndose de cuclillas a la altura de Kai, el cual ya estaba sentado en el borde de la cama.

- Deja de pedir disculpas - pidió el menor, a pesar de todo lo había disfrutado como nunca imaginó hacerlo - debo estar listo en una hora.

SooBin no perdía oportunidad de apreciar el cuerpo de Kai, era embriagante recordar cómo hace un par de horas había pasado lo que solo en sueños imaginó. Unos retoques más y el padrino de la boda estaba listo, en contraste a Kai todo el traje era negro, mientras que el novio relucía por lo blanco de ese traje, tenía un aura tan pacífica.

- Hoy voy a robarme al novio - tomo por la cintura al chico y empezó a besarlo, imaginar que Kai no se casaba y podía arrancarle ese traje lo estaba emocionando descomunalmente.

- No, no lo harás - Kai se apartó un poco para respirar, SooBin estaba dejándolo sin energía, en cualquier momento podía caer en él abismo y negarse a continuar con la boda pero no era algo que sí quiera pudiera considerar como opción.

Unos golpes en la puerta los sacaron de la burbuja en la que estaban metidos, SooBin aclaró la garganta y abrió la puerta, al otro lado el padre y la madre del novio estaban parados, ya listos para salir de casa.

- ¿A qué hora llegaste SooBin? - pregunto la madre de Kai entrando, sín permiso alguno, a la habitación.

- Hace unas horas - susurró, con nerviosismo, el dueño de la habitación.

- Pasé la noche aquí, así sería más fácil ayudar a Kai - se explicó el chico con una sonrisa en el rostro.

- Hiciste un gran trabajo, mi hijo se ve realmente bien, solo míralo, parece un muñeco - dió los últimos retoques al traje y acarició la mejilla de su hijo - ¿Listo? - indago ella.

- No... Pero hagamos esto - sonrió, ampliamente, el menor y salió de la habitación junto a su madre.

- Deben ser los nervios - comentó SooBin al padre de Kai.

- Sí, es lo más seguro - titubeo al afirmar aquello.

El recinto para la ceremonia era amplio y lujoso, las dos familias habían dado tanto para que la boda se lleve a cabo, sin duda estaban muy emocionados con esta unión, lo cual le daba náusea a SooBin, ayer hubiera podido aguantar todo el show montado frente a él pero ahora era distinto, tenía por seguro que era correspondido y eso es lo que importaba al fin de cuentas.

Kai caminaba lentamente tratando de disimular el dolor en la espalda baja, en ciertos momentos observaba a SooBin con un gesto lleno de reproche, era la razón de él que ahora parecía un robot con las partes oxidadas. Le informaron que su futura posible esposa ya estaba en el recinto y una corriente desagradable le pasó por todo el cuerpo, simplemente afirmó y se dirigió al lado de su madre para entrar en el salón, SooBin ya estaba parado en la parte frontal, ahí donde estaba el altar.

- Desde hoy serás el hombre y cabeza de una familia - susurró su madre acomodando las solapas del traje de su hijo - estoy tan orgullosa de ti - comentó dándole un abrazo.

Pasaron al salón y todos parecían sonreírle, todos menos SooBin quien tenían un gesto tieso y calmado, tras llegar a la parte frontal se puso por delante del padrino de su boda y boto una gran bocanada de aire.

- Ese traje te queda fenomenal, la vista que me regalas me deja perplejo - Susurro SooBin sonriendo coquetamente, ¿Pretendía fastidiarlo?

- ¿Quieres callarte? - respondió Kai intentado disimilar su nerviosismo tras lo ocurrido horas atrás, todo se le venía a la cabeza de golpe.

- Después de lo de anoche no te dejaré ir, no importa si hoy te casas o no, realmente eso es irrelevante - alcanzó a decir en cuanto empezó a sonar la marcha nupcial y la novia apareció en el pasillo del brazo de su padre.

- Esto es un disparate - susurró, no estaba seguro de si había sido oído o no.

- O bien puedes decir que no y escapamos juntos - contestó, en represalia, su amigo.

Nunca estoy convencida de si está bien o no :) pero gracias por el apoyo.

No te casesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora