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Seúl era hermoso, no podían negar aquello, a pesar de ser una ciudad muy transitada no perdía su encanto. Hoseok parecía encantado con cualquier cosa que miraba a su alrededor.

Jungkook había recorrido casi todo Seúl con Hoseok del brazo, Yoongi aprecia intentar seguir el paso detrás de ellos. Aún así parecía encantado con solo aquello, no podía quejarse con la sonrisa tan resplandeciente de su hermano menor y las miradas curiosas de Hoseok.

Se frenaron en seco haciendo que Yoongi chocará con la espalda de Hoseok que inmediatamente revisó que no se hubiera hecho daño. Revisando meticulosamente su rostro con sus manos.

- Choque con tu espalda no con una pared. - Dijo deteniendo las manos de Hoseok para alejarlas de sí mismo.

La expresión preocupada de Hoseok cambió a una divertida para alejarse y seguir poniendo atención al menor.

- Con qué gusto te invitaría a comer ahí pero, no tenemos dinero ni para un café. - Hablaba Jungkook sobre el restaurante de postres "Butterfly" al lado de ellos mientras lo miraba con ojos brillantes.

- ¡Jungkook! - Grito Yoongi dándole un codazo a su hermano.

- ¿Qué? Es verdad, hay que decir la verdad siempre sobre todo a la familia. - Con una sonrisa, la mirada de Yoongi se desvío por un momento hacia Hoseok, para luego volver a su hermano. - Por qué eso somos, ¿no?

- Si, lo somos Jungkook.

Jungkook parecía intentaba leer los pensamientos de Yoongi mientras esté intentaba desesperadamente que no lo hiciera. Hoseok ignoró las expresiones de ambos y estiró su mano para tomar la de Yoongi, colocándose en medio de los dos hermanos.

- Dinero… todos parecen desesperados por él.

- Así es la vida, como se necesita el dinero para vivirla… mucho dinero.

- ¿Y eso dónde lo podríamos conseguir? - Preguntó curioso Hoseok con una sonrisa juguetona que Yoongi noto.

- ¿Conseguir? - Se cuestionó Yoongi, no podía imaginarse al ángel de la muerte en un trabajo humano.

¿Qué trabajo podría hacer la muerte? ¿Qué cosas podrían gustarle a Hoseok? Parecía alegre en el fondo, muy curioso… tal vez, veterinario o florista. Imaginarlo le hizo sonreír por alguna razón.

"Tan tierno"

Yoongi parecía ignorar por completo a su hermano y la mirada de Hoseok sobre él.

- Nosotros nos la hemos pasado toda la vida tratando de conseguir, ¿verdad hyung? - Moviéndose al frente de ambos para poder hablar más cómodamente con su hermano, aún que Yoongi parecía sumergido en sus pensamientos. - Mira, ¿ves ese edificio?

Decidió ignorar a su hermano y dirigió su vista al banco que se encontraba cruzando la calle, justo enfrente de ellos. La atención de Hoseok paso de Yoongi a Jungkook en cuestión de segundos.

- Está encerrado ahí.

El edificio parecía grande y sus paredes grises lo hacían ver elegante, unas gran letras de color negro sobre la gran puerta destacaban por completo, "Banco central de la República de Corea" parecía un lugar muy importante. Intento ver adentro y logro ver un total de cuarenta y cuatro almas.

- ¿Y lo quieres Jungkook? - Jungkook lo miró con una expresión de extrañeza pero respondió rápido. 

- Mentiría si no.

- No te preocupes Jungkook, ¿estás seguro que ahí está?

- Si.

Hoseok apretó más el agarre de su mano con la de Yoongi y chasqueo sus dedos, el sonido del chasquido de sus dedos retumbó en los oídos de Yoongi como un trueno que lo dejó sordo por minutos y lo hizo retroceder unos pasos aún que Hoseok volvió a jalarlo hacia enfrente de inmediato.

Me muero por vivir [Yoonseok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora