¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza y astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor
Su atención evadida de repente se vio encontrada una vez más en aquella polvorienta librería llena de enciclopedias y novelas que ya nadie leía.
-¿Todavía estás aquí Agatha?- Pregunto una voz anciana que había entrado por la puerta principal- Uff que frío hace fuera, está noche habrá que abrigarse bien-
-Lo siento señor Peterman- Dijo la joven rápidamente,tomando el libro entre sus manos y llevándolo al mostrador- Me llevo este-
-¿Este? Pero Agatha es la quinta vez que lo pides, lo has desgastado ya de tanto leerlo- Dijo el anciano sonriente-
-No puedo evitarlo ¡Las aventuras del hidalgo Don Quijote y su escudero Sancho!- Exclamó la joven teatralizado sus expresiones- Es lo único que me hace dejar de pensar en mis problemas-
Su voz sonó tenue casi como un susurro, un súplica joven y débil de tales tiernos 16 años de edad que cumplía.
-Anda pues entonces pa' ti, pa' siempre- Dijo el anciano con una sonrisa-
-¡Muchas gracias señor Peterman! Lo cuidare- Sonrió la chica alegre y con la inocencia de un niño en sus ojos-
-¿Todo va bien en casa Agatha?- Pregunta el anciano con un tono más preocupado y tomando la mano de la joven-
-S-si bueno, hoy Thalía parece que consumió un poco menos- Dijo la joven- Mis padres me están presionando para que deje los estudios y busque un trabajo-
-¡Paparruchas!- Exclamó el anciano de repente- Una joven tan inteligente y gentil como tú dejando todo por lo que ha luchado solo por que si hermana es una drogadicta-
-Esta enferma- Insistió ella-
-¡Por supuesto que lo está! Es una adicta y los irresponsables de tus padres la dejan drogarse en su propia casa- Dijo el hombre con enojo-
Su familia siempre había sido la comidilla del barrio lo comentarios siempre iban dirigidos a su familia "pobre muchacha" "a saber cuando cae la otra en el vicio" "mírala si la pobre mía está que no da a basto"
Por eso su mente se evadía en los libros, buscaba en ellos todo aquellos que no pudo tener por cuán pesar de aquellos buenos años.
Buscaba el amor en todas aquellas novelas de romance por qué ella se odiaba lo suficiente para saber que jamás aprendería a amar, en los de aventura buscaba aquellos amigos que jamás pudo hacer pues siempre fui introvertida, en los de comedia buscaba aquella familia feliz que vivía en situaciones divertidas la normalidad en su casa.
Ahí buscaba ella todo lo que no era.
Era una noche fría pero el resplandor de las luces de los locales de ambiente daban un poco de calor la situación, ahí los jóvenes desinteresados e ignorantes se divertirán, se enamoraban y bailaban hasta el amanecer.
