La tinta de pluma no dejaba de recorrer los lienzos de libertinaje, sin embargo el dolor no dejaban ni un segundo de brotar hasta descender sobre el papel, así fue como finalmente la hoja no soportó la amargas lagrimas y se rompió dejando al descubierto la seca madera de mi escritorio. Finalmente cerré los ojos dejándome envolver por aquellas pesadas sombras, y con un desplome emocional me tiré sobre el suelo dejando mi espalda sobre la baldosa de mi habitación.
Tan pronto como mi nuca chocó contra el lugar más frío de mi habitación, una pequeña proyección de luz se coló por mi ventana, golpeandome con ternura directamente a la cara. Desconcertado pero al mismo tiempo intrigado por dicho proceso llamativo pero sobre todo inaudito, me acerque apreciando como ese rayo provenía de mi ventana, donde no encontré su origen, sin embargo me quedé cautivado. Con el pasar de los segundos y sin tomarlo en cuenta aquella luz comenzó a hacerse cada vez más grande lo suficiente para generar un poco de iluminación entre las sombras de mi alrededor, enamorado me pose bajo la cálida ráfaga sintiendo ese calor tan especial, tal cual una polilla, esa sensación tan encantadora de estar vivo, sensación que había desaparecido desde tu partida, y eran sentimientos puros y sinceros como lo fueron cuando estuviste tú. Cómo un ebrio bajo la luz de la luna me quedé hablándole de ti, y ella me susurro con los vientos de la helada noche de manera apenas audible, que era momento de dejar a nuestras almas descansar tranquilas.
Aquella luz me acompaño, inmóvil. Escuchando mi corazón y abrazando mis miedos, cubriendo heridas y secando lágrimas, besando mi frente y acariciando mis mejillas. Y así fue como me acompaño toda la madrugada alumbrando mi corazón, cuidándome de la oscuridad, fiel a mí se quedó hasta el amanecer donde los vestigios del sol volvían a reposar sobre las montañas, aquella luz durmió a mi lado protegiéndome de manera poética de todo mal, evitando que siguiera haciendome daño, desmostrandome que siempre habría un rayo de esperanza en medio de la oscuridad, diciéndome con su intensidad que estábamos destinados a encontrarnos.
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Capuchino A La Luz De Media Noche
PoetryRecopilación de mala literatura de un amante embriagado de amor.