♡ Capítulo cuatro.

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Hoy iría a visitar a mi mejor amiga

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Hoy iría a visitar a mi mejor amiga. Habían sigo tres largas semanas desde que no la veía, trabajaba para su padre haciendo diseño de publicidad en varios países, por lo que, al igual que su padre, viajaba constantemente por días, incluso semanas. Esta vez, tendría un mes de vacaciones, lo que significaba que podía pasar con ella todo el día, todos los días. No me molestaba en absoluto que ella no saliera, pues me encanta estar en casa con ella, viendo películas, series, leyendo, escuchando música, ayudarla con sus proyectos musicales y escucharla hablar de muchas cosas interesantes, incluso disfrutábamos estar acostados completamente en silencio, en su cama o el sofá viendo al techo.

Llegaría de sorpresa, pero más sorprendido quedé yo al ver un auto, algo viejo, delante de su casa. Conocía el auto de su padre, y sabía que ella no sabía manejar, por lo que no sería de ella. Tampoco de algún familiar o amigos, porque pues, no hablaba con nadie más que yo y su padre. A veces su psicóloga, pero hablaban por videollamadas.

Me bajé de mi auto y me acerqué al auto viejo, lo inspeccioné un poco, nada fuera de lo común. Aún con duda, me acerqué a la puerta y toqué el timbre.

Minutos pasaron, hasta que la puerta delante de mí se abrió. Sus ojos se iluminaron y una amplia sonrisa se formó en su rostro.

— Hola, gallet– — Antes de terminar, se lanzó contra mi para abrazarme, la alcé un poco, apretando el abrazo.

— ¿Qué haces aquí? Te extrañé. — Se separó de mi y me inspeccionó. — ¿Hiciste ejercicios? — Me miró con una ceja levantada, de manera divertida.

Una carcajada salió de mi. — De puros croissant, nomás. — Ambos reímos y volvimos a abrazarnos.

— Eh... — Una voz de dentro de la casa llamó mi atención, la solté y llevé mi mirada hacia dentro. ¿Un chico? ¿En su casa? ¿A esta hora de la mañana? — Ya nos vamos. — Me miró con seriedad, para luego pasar su mirada a mi amiga, la cual se limitó a asentir.

— Gracias por todo, eres lo máximo. — Se asomó otro chico detrás, con una amplia sonrisa. ¿Dos chicos? ¿Qué pasa aquí?

— S-si, uhm... No hay de qué. — Tartamudeó y pude ver en su rostro cierto miedo.

Por instinto, alcé mi mentón y extendí mi mano al primero que habló. — Sebastián. —

Vacilante miró mi mano y luego mis ojos, tomó mi mano. — Alexis. — La apretó unos segundos y yo le solté.

— Soy Rodrigo. — El otro chico me saludó con un movimiento de mano, a lo que imité su acción y a él si le sonreí.

Ambos salieron por la puerta y se despidieron de mi amiga. Los dos, aún fuera, mirábamos a los dos chicos comenzar a acercarse al auto, hasta que uno de ellos se giró y caminó de nuevo hacia nosotros, especialmente hacia ella, con una expresión seria y molesta.

— Dejaste esto tirado ayer, lo guardé esperando volver a verte y dartelas. — Sacó de sus bolsillos unas llaves y se las extendió.

Ella, con la manos temblorosa, las tomó. — Gra-gracias. — Le sonrió y bajó su mirada.

You're Not My Type. [♡] Quackity n' Roier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora