♡ Capítulo siete.

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Mi corazón seguía latiendo rápidamente mientras sentía mi cabeza dar vueltas

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Mi corazón seguía latiendo rápidamente mientras sentía mi cabeza dar vueltas. Me dejé caer en el suelo, de rodillas, tratando de calmar mi respiración. ¿Qué había sido eso?

Sentí mi estómago estrujarse y mi garganta apretarse. Me levanté rápidamente del suelo y corrí hacia el baño, vomitando. Me quedé sentada delante del retrete por unos segundos, me levanté y lavé mi boca. Me quedé unos segundos mirándome al espejo sobre el lavabo y miré el gorro de Alexis en mi cabeza, una sonrisa boba se formó en mi rostro.

Es la primera vez que interactúas con alguien que no es tu padre o Sebastián. Aparte es lindo y, al parecer, se preocupa por ti, y le interesas. Te ha dicho linda.

Sacudí mi cabeza, apartando aquellos pensamientos.

— ¡Volví! — La voz de Sebastián me hizo pegar un pequeño salto en mi lugar, rápidamente fui a mi habitación y tiré el gorro del otro lado de la cama y corrí escaleras abajo.

— ¡Ho-hola! — Traté de saludarle de la manera más tranquila posible, pero el lo notó cuando giró a verme con una expresión de preocupación.

— ¿Tartamudeaste? — Dejó las bolsas en la mesa y se acercó a mí, tomando mi rostro entre sus manos. — ¿Estás bien? ¿Pasó algo? ¿Por qué estás pálida? — Inspeccionó mi rostro, yo solamente le miraba con una expresión ligeramente miedosa.

—E-est... — Aclaré mi garganta. — Estoy bien, todo bien, solo tenía algo de náusea, el cigarrillo que fumé sabía raro, eso fue, si, mhm. — Hablé rápidamente.

Eres pésima fingiendo.

Y el lo sabía, su expresión de duda no se quitaba. — Emmm... Está bien. — Me soltó lentamente.

— Vamos a cocinar. — Me separé de él y caminé hacia la cocina. Debía ocupar mi mente en algo más para no seguir repitiendo aquella visita en mi mente.

Aún sentía aquellos dedos suaves en mi mentón, sus ojos, su sonrisa, su loción.

Su voz.

El sonido de mi teléfono me hizo voltear a ver rápidamente y lo tomé entré mis manos. Un mensaje de Alexis. Me quedé viendo la pantalla unos segundos hasta que Sebastián me habló, sacándome de mi trance.

— ¿Quién es? — Preguntó, estaba de espaldas mientras sacaba los ingredientes de las bolsas y los ponía en la mesa.

— Nadi– digo, mi papá, manda saludos. — Me apresuré a responder, poniendo el teléfono en silencio y guardándolo en mi bolsillo.

— Igualmente, dile. —

Cuatro días después...

Las cosas seguían normales, aún seguía en contacto con Alexis por mensajes. Muchas veces me pedía hacer llamada o videollamada pero no quería que Sebastián se enterase, a lo que me negué.

You're Not My Type. [♡] Quackity n' Roier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora