Dicen que estar enamorado no es sencillo y más si es tu primera vez haciéndolo, nunca había podido saber si era cierto hasta ahora, desde aquella madrugada no he podido enfrentar a Carlisle, lo he querido, pero no tengo el valor de preguntar que pasó. Le pregunté a Clara que podía hacer, ella insistió con hablarlo porque era mejor no guardar nada que nos moleste, pues se ha visto un bajón de ánimos de parte mía, Aro lo notó y me desahogué con él, le dije como me sentía y lo que había pasado con Carlisle.
Intentó darme su mejor consejo al respecto, pero comentó que él nunca se había enamorado, pero si quería que golpeara a Carlisle por mí, él no iba a dudarlo. Me reí mucho con ese comentario, en lo que llevamos de conocernos, él y sus hermanos han sido de mucha ayuda.
Respecto a Carlisle, no lo había visto durante los últimos días, Marcus dice que se levanta temprano a hacer Dios sabe que y regresa tardísimo en la noche. Me preocupé mucho durante su falta, tenía miedo que me odiara o se hubiera molestado, me dolía cuando las contadas veces que nos vimos él me ignoraba, al final entendí que yo no tuve la culpa. Si lo analizamos bien, él fue quien no fue claro y pues, yo no soy ninguna adivina para saber que se le cruza por la mente. Debo admitirlo, estoy un poco molesta con su actitud y es por eso que, la próxima vez que lo encuentre, él me va a escuchar.
Faltaba nada para la celebración de nuevo año, yo estaba ya lista esperando a los invitados en la sala principal, y justo como planee Carlisle entró. Se quedó confundido al ver que no había nadie más que nosotros, pero déjenme explicar. Todo era parte de un plan que Aro y yo planeamos. Al ser la organizadora principal yo ponía las reglas del juego, así que mandé a un empleado a dar la información incorrecta. Si él no quería hablar conmigo por las buenas, él tendrá que vérselas con una princesa muy astuta.
– Carlisle te estaba esperando. – Me levanté a encararlo.
– ¿Aurora? No lo entiendo, ¿Qué lo la celebración empezaba a las siete de hoy? – Su voz sonaba seca, evitó mi mirada en todo momento, lucia un poco confundido.
– De hecho, no, temo decirte que, la celebración empieza a las ocho de esta noche. – Quiso hablar, pero yo no lo deje. – Antes de que digas algo o salgas de la sala sin mirar atrás, quiero hablar contigo. – Me crucé de brazos.
– No tengo que hablar de nada con... – Lo interrumpí.
– Verás Carlisle, quieras o no tendrás que porque déjame decirte que no eres nadie para desobedecer una orden de la princesa del palacio en que te hospedas. Porque te lo pedí amablemente, pero ahora no me dejas opción si vas a estar de terco. Me vas a escuchar porque es un orden mi Lord. ¿Entendió? – Me acerqué peligrosamente a él. Él se quedó callado, obviamente, una cosa es estar enojado o lo que sea, pero otra es faltarme al respeto hablándome así. Carlisle asintió cuál perrito asustado, me pregunté si lo había lastimado, pero sinceramente, se lo merecía.
– Bien, ahora que dejamos en claro las reglas del juego. Quisiera preguntar ¿Qué fue lo que pasó aquel día? Todo iba muy bien Carlisle, ¿Qué paso? ¿Hice algo mal? Si sí, de verdad lo elemento no quiero que las cosas se arruinen entre nosotros. – Bajó la mirada. – Nos volvimos buenos amigos y los últimos días me has preocupado al salir tan temprano y llegar tan tarde. De verdad me importas Carlisle no quiero que lo que tengamos entre nosotros vaya por la borda. – Su rostro seguía bajo, no tengo idea de como él podría reaccionar ante mis palabras. Se quedó callado por varios segundos más y nada, si él no quería hablar, tal vez me pasé un poco a obligarlo a hacerlo, solté un suspiro y negué con la cabeza. No tenía sentido seguir. Giré sobre mis talones para salir de la sala.
Una mano me tomó por sorpresa, Carlisle me miraba con una tristeza profunda, me preguntaba si lloraría porque sus ojos estaban poniéndose oscuros.
– Aurora, de verdad lo lamento, no quería preocuparte, es solo que me asusté, no sabía si era lo que tú querías porque yo, a comparación de ti, no puedo ofrecerte nada, vivo con los Vulturis, no tengo una vida fácil y sigo intentando no ser un monstruo. Aurora te daría mi vida de ser necesario, pero no puedo condenarte a una vida la cual no sé cómo reaccionarás o disfrutarás. – No entendía ni una sola palabra, ¿Monstruo? ¿Condenarme?.
ESTÁS LEYENDO
If you jump, I jump
RomanceEn 1870, un baile de bienvenida es organizado por la princesa de Inglaterra hacia los viejos amigos de sus padres, los Vulturis. En donde la princesa Aurora conocerá a alguien que le cambiará la vida entera y sobre todo, la amará incondicionalmente...