Sentimientos - Jasper Hale

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Tras que aceptase iniciar una amistad con Jasper, él y Alice habían comenzado a sentarse siempre que podían conmigo, lo que no le hizo especial gracia a mi querida hermana quien había sido públicamente rechazada por Jasper y Edward, los hermanos disponibles.

Por ello mi hermana había comenzado una guerra de silencio, dejándome de hablar y comenzando a decir que yo fui la primera en insinuarse y por ello mi cambio de ropa.

Todo esto llevó a que varios tíos me siguieran y me llamaran zorra, por lo que Alice y Jasper decidieron no dejarme sola, pero al tiempo decidieron que sus hermanos me echaran un vistazo cuando ellos no podían, por ejemplo alguno de los días que Jasper se marchaba por que no se encontraba bien.

Al final me pasaba todo el horario escolar con ellos dos, y en la comida en la mesa que compartían con sus hermanos. Debido a todo el tiempo que pasaba con ellos me di cuenta de lo poco que comían.

- Recuerdas que nosotros venimos de otra zona horaria, por lo que nos cuesta comer a estas horas -me explicó Edward, demostrando que mis teorías no eran erróneas.

- Además, tampoco verás a Rosalie tomar mucha comida -añadió Alice, a lo que no pude evitar reírme por que pensé que seguramente Rosalie era quien más cuidaba la dieta.

Los chicos seguro que no estaban faltos de comida pero seguro lo compensaban con el ejercicio que era bastante más notorio en Emett. En cuanto a Alice estaba segura de que también comía bien, ya que parecía ser que simplemente su constitución era la de ser flaquita, pero en Rosalie parecía una mezcla entre alguien que se cuidaba al milímetro con una belleza natural.

Esa misma semana mi hermana decidió romper su voto de silencio contra mi para contarme el nuevo cotilleo que recorría el pueblo: la hija del sheriff volvía a casa. Sabía que mi hermana no recordaba a Bella Swan, pero yo aún recordaba cuando pasaba aquí el verano, ella siempre pareció tímida por lo que yo fui la única de mi antiguo grupo de amigos que se acercó a ella. No nos llevábamos mal, pero sabía que ella no quería estar aquí, parecía odiar todo lo que tenía que ver con forks, todo lo contrario a mi, yo amaba su verdor y sus interminables días de lluvia que dejaban aquel aroma a tierra mojada tan encantador que te hacía pensar que estabas en un mundo de fantasía.

Se que los capítulos no están siendo muy largos, pero ello me permite publicar más a menudo. Espero que os haya gustado y con el siguiente capítulo ya comenzamos con la historia paralela a Crepúsculo.