Reina De Sangre [En Curso]

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¿Melancólica? ¿Por qué sentí ese aire familia con una bestia? ¿Por qué? ¿A caso ya lo había visto antes? ¿Acaso ya nos conocemos?

Al día siguiente desperté exactamente en el mismo lugar que pese ser devorada, pero increíble estaba intacta. Caminé varias horas en el gran bosque en busca de la salida, pero cada vez sentía que me perdía más y más. A lo lejos vi una casa o al menos lo que quedaba de ella.

-Acaso es... ¡La casa de los vampiros!

Si, era la misma en la que fui torturada. Siempre mi curiosidad era más grande que el miedo que sentía y me acerque a los escombros y me quedé impactada con lo que vi ahí. Abajo de las inmensas paredes se encontraban numerosos cuerpos, vampiros y también... ¿Humanos? Al parecer no era su única prisionera.

-¡Pobre gente! -mis ojos se humedecieron y varias lágrimas se deslizaron por mis mejillas limpiadas la sangre que había en mi rostro. En la muñeca de una señora se podía ver el número 20.

¡Qué horrible! Eran marcados como animales, como un ganado de cuál alimentarse hasta suprimir la última gota de sangre.

Parte de la espesa neblina se estaba aclarado. Ahora todo estaba más que claro, el porqué disminuía la población de todos los reinos. Este era el verdadero motivo, demonios chupa sangres, siempre se pensó que las desapariciones eran obras de otros reinos en busca de más conflictos ¿Y en realidad no era así? Y entonces fue cuando una idea loca paso por mi mente «y si el asesinato de Calis, la reina de Beherman fue obra de estos grupos» Pero que ganarían exactamente haciendo actos de terrorismo.

Algo curioso que no me había fijado antes, a los vampiros les faltaba algo, su cabeza.

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Después de la gran caminata de mi vida observé un pequeño pueblecito «¡Al fin!» Corrí, corrí con las pocas fuerzas que me quedaban, estaba cansada y tenía tanta sed que me bebería un río enteró.

Por una extraña razón, cada vez que me acercaba sentía que me alejaba más y más de mi objetivo. No le había dado importancia al principio, pero me di cuenta de que ya llevaba tiempo caminado y veía exactamente lo mismo. Lo supe por qué parte de mi vestido se quedó enganchado en las ramas de un arbusto.

-¡Genial! - exclamé con tono sarcástico-. Eh caminado todo este tiempo en círculos -en ese instante vi moverse los arbustos.

Por instinto agarre un palo y me acerque dando unos pequeños pasos, extendiendo mi arma hacia al frente y a la vez me temblaban las manos. La extraña criatura saltó, sobre mí.

-¡Ah! -caí sentada al piso con los párpados bien cerrados. Abrí uno solo y vi la cosita más tierna del mundo.

Una especie de zorro, pero pequeño y de grandes orejas, su melena naranja brillaba con los rayos de sol y emitía un sonido dulce.

-¡Qué cosita más linda! -solté el palo -¿Qué eres exactamente?

«¡Qué tonta soy! Como si me fuera a responder.»

En cambio, de eso me hizo una señal, al parecer quería que le siguiera y lo hice.

-¡Espera!

Corría muy rápido con sus pequeñas patitas. Gracias a esa misteriosa criatura pude salir del Bosque Espejismo y me dirigí al pequeño pueblo. Ahora la pregunta es ¿qué pasó con la criatura? Pues estaba tan feliz de ver el pueblo que cuando voltee a verla ya no estaba.

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-¿Princesa? ¿Con ese aspecto? No me hagas reír niña -el dueño de la posada me miraba de pie a cabeza y si era cierto mi pelo era un desastre y mi vestido lucía como los que usan los fantasmas en las leyendas urbanas que solía leer de pequeña, sí, sí de pequeña, prefería leer eso que los cuentos de hadas-. Eso es lo que dicen la gente artimaña para no pagar. No me hagas perder el tiempo y lárgate de aquí.