5

86 15 53
                                    

«No puedo creer esto, hablan de mí como si fuese un objeto» Pensar en eso me enfurecía más y más. A penas salí de la habitación, todos murmuraban y gritaban. Los chicos me miraban con deseo, pero las chicas con asco. Y no salí de ese cuarto, no por qué quisiera, él tiraba de mi brazo, haciéndome caminar por todo el local.

«Tengo que encontrar una forma de salir de aquí, pero cómo. Atrás de mí estaban dos chicas, una de ellas era Sara.»

El vestido que me obligaron a usar era de color carmesí y de un encaje de flores.

«¡Ay no! ¡Ay no! ¡No me miren!» Tengo que admitir que el vestido es precioso, pero dejaba descubierta algunas parte de mi cuerpo y era muy ajustado e incómodo ¡Qué vergüenza!

—¡¿Por qué estás quieta?! Ve a ese hombre —le dice Brandon, la chica que se encontraba a la orilla de Sara.

—¿Yo? S señor, ahora mismo atendí a un hombre ¡Estoy agotada! N-no puedo más.

—Cállate perra! —Le da una bofetada en el rostro y cae en sus piernas

«No lo puedo creer, ¿nadie va a hacer nada?» Todo el mundo seguía en lo suyo, no le importaba en más mínimo lo que sucedía a su alrededor.

«Si quiero ser una buena reina no debo tener miedo a los conflictos y si deseo proteger a un reino entero debería ser capas de defender a una sola persona.» Repitiendo esas palabras en mi cabeza me pongo al frente de la chica reteniendo con mi mano el segundo golpe.

—¡Eres un imbécil! ¡¿No ves que no puede?!

Todos miraban asombrados de mi valentía y esperan ansiosos la reacción del sujeto.

No hablo, en cambio, nos arrastró a la chica y a mí a una habitación oscura en la cual nos encierra y nos tortura a hasta no poder más.

—¡Oye! Qué pretendes zorra
Sus palabras me sacaron de mis pensamientos locos.

«No, no, no puedo decir eso. Tengo que usar la cabeza»

«¡¿Me dijo zorra?! Apreté los puños.»

Había imaginado con todo los detalles que pasaría si me dejaba llevar por mis impulsos de defensora, pero no funcionaría. Lo empeoraría todo.

—Señor Bran —Sostengo su mano con delicadeza y me coloco a su espalda acercando mis labios a su oreja —, una mujer cansada no sería capas de complacer al cien los deseos de un hombre —me alejo un poco de él—. Solo piénsalo un poco ¿Quieres que baje la calidad del local? Que digan los clientes "esas mujeres son un asco, mejor busco otro lugar"

La chica me mira confundida, le hice un guiño que entendió al instante que trataba de ayudarle.

Se queda pensando un buen rato y responde.

—Está bien, ella no lo va a hacer.

«¡Bien!»

—Pero tú sí

«¿Yo? ¡Espera! ¡Qué!»

—Es cierto lo que mencionaste. No quiero perder clientes. Ya que tú eres muy considerada ¿Por qué tú no lo haces?

—Idiota —balbuce mientras engurruñaba mi vestido.

—¿Dijiste algo?

—No, nada —Sonreí con dificultad.

Ayude a la chica a ponerse de pie.

—N-no tienes q-que h-hacer esto por mí. Lo haré yo.

Le dirijí una cálida sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 24, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Reina De Sangre [En Curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora