Almas de zafiro.

capitulo 1: un viaje inesperado.

4 meses luego del ataque habían pasado. La mente de la gente no olvida y no libera el miedo que siente ante un cambio brutal y rapido. Por eso, la tragedia en el campo de futbol es algo que quedara grabado en la memoria de la humanidad en los años venideros. Un suceso que cambio todo para siempre. El ser humano siempre cambiante, pero a la ves temeroso se dio cuenta de una realidad "no estamos solos" y llevo a la búsqueda de formas de defensa contra este ser en diferentes agencias u organizaciones autorizadas algunas por las naciones unidas y otras...bueno simplemente aprovecharían el caos para investigar a estas misteriosas y variopintas criaturas, los denominados "Digimon" monstruos digitales de origen desconocido de momento. Lo poco que sabemos de ellos es su inherente capacidad de evolución en batalla. En este campo de investigación estaría un joven y apasionado de unos 25 años de edad. El habría logrado algo impensable en su momento desde el atentado de hace 4 meses "combatir fuego con fuego" su nombre es Luke Strongwind. Actualmente residía en el país de argentina debido a ciertas investigaciones que estaba realizando allí, más se dirigía a tomar un barco para viajar hasta la sede de la organización para la que trabajaba "Cadluz" que estaba establecida en Egipto.

–Bien eso debería ser todo, ahora debo esperar a que mi barco llegue– dijo el joven de gafas algo chicas mientras miraba su reloj de bolsillo, las 11 am. Después de todo debía regresar a la cede para reportar lo que había descubierto. Realmente se le hacía extraño que el barco que había tomado para viajar a argentina estuviera tardando para recogerlo y llevarlo a Cadualuz, pero al momento una voz lo sacaría de sus pensamientos. Luke iba vestido con una chaqueta gris con el símbolo de la organización en la espalda el cual era una cruz con una cinta de color dorado. Pantalón azul y guantes blancos unidos a un brazalete en cada mano. Tenía el rostro delgado con una nariz larga y un hermoso cabello rubio que le llegaba a las orejas aparte de sus confiables gafas que eran pequeñas realmente. Era bastante alto para el promedio, un 1.81 aproximadamente.

–Jefe, ¿Cuánto más estaremos esperando? Llevamos aquí una hora. Esto es aburrido– se quejó una voz masculina pero de actitud algo tosca proveniente de un brazalete en la mano derecha del científico.

–silencio. No molestes a Luke, no ves que debe estar agotado por todo el tema del viaje. A diferencia de nosotros un humano no tiene la misma resistencia– ordeno una voz femenina y autoritaria a que callara la voz anterior, esta proveniente de un brazalete de la muñeca izquierda.

–Pero hermana...– dijo la voz desde el brazalete derecho en queja, pero de vuelta fue callado por la voz femenina. Algunas personas miraban con ojos raros a Luke debido a verlo conversar con sus brazaletes. Un grupo de pescadores estaban bajando su mercancía en el muelle mientras la gente se aproximaba con intenciones de comprarles.

–chicos...traten de calmarse. Estamos en público y debemos tener un perfil bajo de momento. Si gustan al llegar a casa podemos comer esas bolsas de papas que tanto les gustan ¿les parece? – el dúo al escuchar la proposición de Luke decidieron hacer silencio <bien, eso debería mantenerlos callados por un tiempo. Es como tener dos niños pequeños, pero digitales> pensó el joven de cabellos rubios. Así pasaron unos 30 minutos más y a lo lejos en la costa del puerto donde estaba esperando el científico se avisto un velero de gran tamaño de color naranja con negro. Luke se levantó mientras ajustaba su bolso y tomo su maleta para dirigirse caminando para recibir al barco. Una larga tabla de metal se estiro de un costado del navío. Al caminar por la tabla estaba dentro. Dejo su maleta con cuidado "' ¡Hey, cuatro ojos!" al oír tan peculiar apodo solo suspiro en silencio para ver enfrente a quien lo llamo así.

–gracias por recogerme Sereniti, pero necesito saber ¿Por qué tardaste tanto? Recuerda que tengo un horario algo apretado– se quejó un poco Luke ante la tardanza de la dueña del velero.