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— Hola, me llamo Liam. ¿Puedo sentarme? —indagó curioso, con una amable sonrisa en su rostro que derritió al contrario por dentro.

— Sí, claro... Soy Theo.

Se presentó sacando sus pertenencias del lado que le correspondía a su nuevo compañero. El chico se sentó en silencio, con una amplia sonrisa, deslumbrando al de ojos grises, el cual simplemente sonrió y siguió dibujando. La clase pasó sorprendentemente rápido, al menos para Raeken que terminó con velocidad sus tareas, luego continuó con su dibujo, eran dos ojos brillantes color azul claro, por la forma que tenían parecía que el dueño de aquellos orbes estaba sonriendo. Liam notó el dibujo y una dulce sonrisa se formó en su rostro, el mayor lo recordaba. Cuando el timbre sonó, el castaño guardó sus cosas para levantarse, sus amigos comenzaron con su rutinaria ronda de burlas. 

— Mira eso, el chico nuevo se parece mucho a ese chico que te gustaba cuando éramos niños —.comenzó Scott entre risas, colocando su mochila en su hombro derecho.

— Y hasta se llama igual —comentó Stiles tomando su mochila.

— ¿Por qué no se van ambos al diablo? Ya pasaron cinco años, deberían dejar de molestar con eso —suspiró Theo con leve enojo.

— Te encantaría volver a verlo, y el día que lo aceptes te dejaremos en paz —aseguró el pecoso con una sonrisa, los tres se olvidaron por completo de que el chico rubio estaba allí.

— ¿Quieren que lo acepte? Bien —suspiró bajo—. Me encantaría ver a ese chico una vez más, pero es imposible así que mejor déjenme seguir con mi vida de una vez y ustedes deberían concentrarse más en sus vidas que en la mía.

Sin decir más, Theo salió del aula con un humor para nada agradable, dejando a sus amigos en compañía de Liam, el cuál seguía guardando sus cosas con calma, como si tuviera todo el tiempo del mundo.

— ¿Crees que algún día lo superará? —preguntó Scott con preocupación.

— Lo dudo, amigo. Lleva cinco años esperando que ese chico aparezca, y ni siquiera sabe su apellido como para buscarlo por alguna red social, va a ser mejor que dejemos las bromas y comencemos a ayudarlo en serio —suspiró Stilinski con tristeza.

— Stiles, no creo que quiera que lo ayudemos... 

— Me da igual lo que quiera, no puede seguir así, Scott, ¿Cuánto tiempo más dejaremos que siga así? No podemos seguir fingiendo que no pasa nada.

— Hablaremos con él, ¿Está bien? Pero no vamos a interferir hasta que él nos lo pida —aseguró el moreno cruzándose de brazos.

— Como tú quieras —bufó el pálido con leve molestia—. Pero más te vale no estar equivocado al respecto.

Luego de esa pequeña charla, ambos chicos salieron del salón para buscar a su mejor amigo, dejando al rubio pensativo, ¿Así que Theo lo recordaba pero no sabía su apellido? Liam había cambiado mucho en esos cinco años, ahora era más alto y atlético, bueno, Theo también había cambiado demasiado, ahora era más guapo, el cabello largo, musculoso, mucho más atractivo que cuando eran niños.

Volverte a ver // THIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora