Ambos se quedaron viéndose a los ojos, el silencio totalmente sepulcral invadía la mesa, Theo había dicho todo lo que quería decirle, pero el contrario no podía responder a una simple pregunta. Pasados varios minutos, una vez que el mayor había terminado su café, volvió su vista a los ojos celestes que tenía frente a él.
— Supongo que no, tú sólo estabas agradecido conmigo, y lo entiendo —murmuró el mayor con leve ironía—. Está todo bien, Liam. Pero va a ser mejor que ambos sigamos nuestro camino como si nunca nos hubiéramos conocido, ahora que sé como fueron las cosas, creo que te podré superar. Al parecer lo único que hice éstos años fue idealizarte, lo lamento, eso es mi culpa, no tuya... —sentenció el más alto para levantarse de su asiento.
— Espera... ¿Ya te vas? —indagó con desesperación el rubio.
— Claro, ya no tengo nada más que decir, y creo que tú ya dijiste mucho, ¿Tienes algo más que decirme? —preguntó con altura y una brillante sonrisa pegada a su rostro.
— ¿Podríamos darnos otra oportunidad? Yo no soy el mismo que era hace unos años, y tú tampoco...
— Te doy un consejo, puedes intentar que yo confíe en ti, que te dé otra oportunidad, pero lo mejor sería que me olvides —aseguró el mayor, sacando su billetera para pagar ambas bebidas—. Vamos, te acompaño a tu casa.
El rubio asintió con tristeza, se terminó rápidamente su bebida y se levantó para seguir al mayor. Ambos salieron juntos del lugar, caminando a paso lento hacia la vivienda del más joven. En el camino Theo recibió una llamada de Stiles, miró su teléfono con una sonrisa y contestó, ignorando al chico junto a él.
— Hola amigo, ¿Todo bien?... Sí, lo estoy acompañando a su casa... No muy bien... Luego te explico, ¿Si?... Olvídalo... No, ya basta... Stiles... —el más alto parecía frustrado por algo mientras hablaba con su amigo—. No es eso... Eso tampoco... Cierra la boca un momento, por Dios te lo pido... Bien, dejo a Liam en su casa y te veo en casa de Scott, ¿Está bien?... Oh, ¿En serio?... Eso no me lo esperaba... Bueno, te veo en tu casa en media hora... Muy bien, adiós.
Raeken colgó la llamada con una sonrisa en sus labios, olvidándose por completo de los problemas que había tenido con el más bajo hacía sólo un momento. El rubio intento con todas sus fuerzas mantener su boca cerrada, pero le fue imposible cumplir con dicha tarea.
— ¿Todo bien? -indagó con voz baja, llamando la atención del castaño.
— Sí, mis amigos quieren saber como me fue contigo y eso, pero Scott tiene una cita así que veré a Stilinski en su casa luego de dejarte en la tuya —comentó con tranquilidad.
— Oh... Si quieres irte ahora, puedes hacerlo. No estamos muy lejos de mi casa... —murmuró el pequeño con leve frustración. Odiaba la idea de que el chico que le gustaba se viera a solas con su exnovio, actual mejor amigo.
— No te preocupes, no me molesta acompañarte...
Siguieron caminando en silencio, hasta que el rubio se detuvo frente a una casa normal, de dos plantas, con un pequeño pero bello jardín delantero. Theo se la quedó viendo unos segundos, para luego voltear a ver al de ojos celestes con una dulce, pero a su vez amarga, sonrisa.
— Bien, me alegra que hayas llegado bien. Nos vemos luego...
Cuando Raeken se dio vuelta, para comenzar a caminar en dirección a la casa de su amigo pelinegro, el más bajo corrió para abrazarlo por la espalda, dejando al de ojos grises totalmente inmóvil, estático en su lugar. Theodore estaba por hablar, pero el más joven se le adelantó.
— Prometo hacer hasta lo imposible para enamorarte... —murmuró con tristeza.
— Espero que te funcione, pequeño... Pero no te hagas ilusiones...
El mayor se separó con delicadeza para, acto seguido, comenzar su camino sin mirar atrás. Debía ser fuerte, debía comportarse como el chico maduro que era, no podía permitirse volver a sufrir por alguien que no quiso buscarlo, alguien que planeó borrarlo de su vida como si no fuera importante, una persona que creyó que lo mejor sería dejarlo sufrir en silencio por todos esos años, y que se daba el lujo de decirle a la cara que no quiso saber nada de él, que planeaba fingir que nunca había pasado nada entre ellos... No, Theo definitivamente se merecía algo mejor.
ESTÁS LEYENDO
Volverte a ver // THIAM
FanfictionTheo había defendido a Liam cuando eran niños, se habían vuelto muy unidos luego de eso, pero un día, sin previo aviso, Liam se fue de la escuela sin despedirse,, sin explicarle nada al mayor al respecto, y para mala suerte del castaño, él no conocí...