VEJEZ

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Cuando ya no pueda
con mi memoria,
creyendo en las palabras
sabias,
despertaré
bajo la luz del infinito ,
amortajado de cariño,
de alegrías y esperanzas
de que ya no existen tristezas,
bajo la luna, yerta y pálida
opaca y sin brillo,
dejando la inocente noche,
tan vacía y tan guáchara,
intranquila y taciturna
con melancólica y resaca,
así dejaré mi voz,
atrapada en el firmamento,
con el legado de enseñanza
mirando a mis descendientes,
desde las nubes blancas,
y así poder darle un beso
a la vida,
sonriente, y sin despedida,
llena de penas y alegrías,
para surcar tus sueños,
inesperadamente,
y con el rocio,
de un amanecer cualquiera,
dejar un te quiero sincero,
cobijado por mi ausencia ,
y cuando mires al cielo,
la oscuridad más densa ,
brillaré con las estrellas,
para acompañar el jardín
de tus recuerdos,
con la letra de un poema
roto , y mutilado,
que surca las calles olvidadas,
con el vaivén otoñal
de un sentimiento,
que permanece en mi alma ,
y que aunque ,
no esté presente,
bailaré con mi amada ,
en el vaivén de los recuerdos,
y arrullaré a mis hijos,
con paciencia primeriza,
así como arrulla el Sol
a la madrugada ,
para mirar desde lejos,
con mi presencia
llena de ausencia infinita,
cómo se arrugan tus manos ,
cómo envejece tu cara,
y jugare con mis nietos,
mientras subsista el alba,
y después ...
"caminaré junto
a la parca,
que acongojada y de rodillas,
recita la letanía
de aquellas gentes sin almas,
para quedar atrapado,
en un fugaz sueño
entre mis mortajas"

Poemas más allá de la cordura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora