La hermosa pareja se encontraba recorriendo el pueblo Verde, tal y como el mayor se lo había prometido al castaño.
Ambos tomados de la mano apreciaban los paisajes que el pueblo les daba junto con sus habitantes. Hace día atrás se había dado a conocer la gran noticia de la relación que ese par tenía.
Eso sorprendió a la mayoría de sus compañeros —por no decir todos— ya que nunca se vio una interacción entre ellos dos, y si la había era solo de compañerismo, ni siquiera de amistad. Por eso la noticia causo revuelo entre sus compañeros de pueblo, especialmente en el Verde.
Spreen no era ni de serca el que mejor tenía reputación, y dada a su "mala fama", más de un compañero del heterocromatico se preocupo por este. Temian que el tan conocido oso le hiciera daño, no solo física, si no también sentimentalmente.
Dudaban de lo bueno que esté podía aportar como pareja, y lo creían incapaz de ser cariñoso por los múltiples rumores que recorrían los pueblos acerca de él.
Pero lo que no sabían es que ese híbrido era un cariñoso y detallista de primera. Cada día lograba enamorar más al de mechón que se sonrojaba una y otra vez por los pequeños detalles que el contrario le daba, al igual que los halagos que le proporcionaba.
Spreen: Ten -le tendio una rosa naranja que combinaba perfectamente con su mechon y ojos. El menor sonrió con ternura mientras que un color rojizo tomaba lugar poco a poco en sus mejillas- Una flor para otra flor.
Auron cogió la flor entre sus manos, observándola y sonriendo en grande por el pequeño detalle que su pareja le había dado. Se acerco más al Argentino que mantenía una sonrisa coqueta hacia él. Sin dudarlo dejo un beso en la mejilla contraria, soltando una leve risa una vez que se alejo del más alto.
Auron: Siempre tan lindo -sonrió nuevamente aún con el sonrojo en sus mejillas que ante la vista del contrario lo hacía ver más hermoso de lo que ya era-
Spreen: Vos te mereces eso. Vos te mereces lo mejor -tomo la mano libre del de pueblo contrario, empezando nuevamente su recorrido por el pueblo-
Ambos con una sonrisa siguieron su caminata hasta llegar a lo que era el centro del pueblo del menor. Ahí se encontraban alguno de los compañeros del castaño, al parecer charlando sobre alguna gilipolles como normalmente lo hacían.
La pareja paso de ellos, ahora mismo no era tiempo para estar estar con ellos, se encontraban pasando un tiempo de calidad el uno con el otro y ahí no había lugar para terceros. Pero al parecer eso no comprendieron sus compañeros, especialmente uno, que nada más verlos fue hacia ellos juntos con otros dos detrás de él.
Juan: Auron, que bueno verte por aquí. -saludo nada más llegar serca del par mientras calmaba su paso- y a ti también Spreen.
Ambos sabían que eso último era una vil mentira. El antes nombrado nunca habían tenido una muy buena relación con el de gafas, y está empeoro después de la noticia que hace días habían recibido
Auron: Gafotas. ¿Cómo estás? ¿Cómo sigue tu templo? ¿Ya casi lo acabas? -sonrió levemente a su compañero que al escuchar la pregunta frunció levemente el ceño-
El responsable del daño hacia su hogar y de que ahora tuviera que reconstruir una parte de el, se encontraba junto a él, y era la pareja de sue mejor amigo, que no perdido la oportunidad en atacarlo al ver el claro desagrado dirigido hacia su novio.
Spreen: Sí amigo. Decinos ¿cómo vas? -se cruzó de brazos mirando con superioridad al hechicero que le intento regresar mínimamente una mirada que no demostrara miedo. Fallando en el intento.-
Juan: Va bien. Ya casi lo acabo -bajo su mirada a la mano de su amigo, donde en una de ellas se encontraba sosteniendo una flor con delicadeza- Que bonita -halago señalando con una dedo a la flor-
Auron: ¿A qué sí? -elevo su mano, dejando más a la vista del hechicero el detalle de su pareja- Me la dio Spreen.
Juan dejo de prestar atención a la flor y la fijo en el de pueblo contrario. ¿Había escuchado bien? ¿Ese oso le había dado ese detalle tan cariñoso a su amigo? Del que tantos rumores se hablaban, donde se aseguraba que no tenía sentimientos y se no sentía alguna emoción alguna. Eso debía de ser un error.
Spreen: Sos lo mejor flamita. Es lo menos que te mereces. -abrazo al apodado con ternura, haciendo que nuevamente ese color rojo tintas las mejillas del más bajo-
Eso fue una esena que en su vida se hubiera imaginado ver el de gafas. Había visto ahora mismo una faceta en el oso que nunca hubiera pensado ver o que podía tenerla. Y lamentablemente el sabía de más de una facetas, y su templo lo confirmaba.
Juan: ¿Tú se la diste? -pregunto aún sin creerse lo que había dicho el heterocromatico-
Spreen: Sí amigo. ¿Por que lo dudas? Yo por Auron haría lo que fuera. El es lo más importante que tengo.
Juan: ¿Más que tú pollería y Tortillacoin's?
Spreen: Más que mi pollería o la guita que haya en el pueblo. -dejo uns corta caricia en el pelo del de mechón como muestra de cariño-
Auron río por la acción del mayor, sabía que no le gustaba eso, pero aún así no podía pensar en lo lindo que se le hacía que el híbrido tuviera ese tipo de comportamientos con él. Asiendo que su felicidad saliera a la luz aún con acciones que no le gustaban. Como esa, ya que le desordenada el cabello.
Juan observo la escena tan linda que la pareja le había regalado con ternura. Sonrió sin poder contenerlo al ver las acciones de Spreen que tan mala fama tenía respecto a sus interacciones con los demás.
Busco con la mirada al par que se había quedado atrás de el, asegurándose de que también hubiera visto la misma escena que él. Estos asientieron en respuesta. Ahora no solo él se encontraba seguro de que su amigo se encontraban más que bien en las manos del oso, si no que también sus otros dos compañeros de pueblo, que se asegurarían juntó a él, de disipar esos rumores y preocupaciones que los de su pueblo tenían.
Ya que la había probado que el amor que sentía hacia su amigo era puro y real.
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•One Shot || Spreenplay•
FanficCortos relatos sobre el ship Spreenplay. Ninguno de ellos tiene relación entre sí, y si los llega a ver yo me encargare de informarlo.