capitulo 8

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Tenía la extraña impresión de que no controlaba nada de esta situación y que era Pruk quien tomaba todas las decisiones; algo a lo que no estaba acostumbrado. Aquel pensamiento le estuvo molestando durante toda la tarde y lo convenció de que tenía que empezar a tomar las riendas. Nunew se vistió con un elegante traje negro diseñado por un joven que, en su experta opinión, pronto se convertiría en una celebridad.

El interfón sonó justo cuando estaba terminando de arreglarse.

—¿Zee? En un momento bajo.

Pruk estaba vestido con un esmoquin oscuro y una camisa de seda blanca, estaba tan atractivo que lo dejó sin respiración.

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El tráfico de la ciudad era relativamente tranquilo a aquella hora y sus amigos los esperarían en la puerta del teatro.

—Estás guapísimo —dijo Nunew, abrazando cálidamente a su amigo.

—Tú también —respondió Nat con una sonrisa.

—¿Quieren que tomemos una copa o preferimos que entremos directamente al show? — Max preguntó.

Antes de siquiera responder oyeron una suave voz tras ellos.

—Zee; ¿Cómo estás?

El modelo se volvió, interesado en conocer a quien se dirigió a Pruk de un modo tan familiar.

Pequeño y rubio, era el mismo chico con el que Zee había estado hablando el día que se habían encontrado en la galería de James.

Nunew sintió una punzada de celos al ver cómo el chico se quedó colgado del cuello de Zee durante unos segundos más de los necesarios; se percató de que su sonrisa, aunque brillante, no podía también enmascarar la tristeza que había en sus ojos.

—Hola, Kalep —dijo Zee amablemente.— Ya conoces a Nat y a Max…¿Conoces a Nunew?

—No, aunque lo he visto muchas veces en las pasarelas. Encantado de conocerte.

—Igualmente —sonrió el modelo.

Las luces se encendieron, dando a entender que los asistentes deben ocupar sus asientos.

—Un día tenemos que quedar para vernos —sugirió kalep antes de apartarse de ellos.

Nunew se dio cuenta de que, aunque Pruk sonreía amistosamente, no le había dado una respuesta y tuvo que hacer un esfuerzo para no exigirle una explicación sobre qué era aquel chico para él.

Ocuparon sus asientos cerca del escenario y, aunque Nunew había visto aquella misma producción en Londres y había quedado admirado, tuvo que admitir que el montaje en Broadway era fantástico.

Cuando cayó el telón después del primer acto, Nat sugirió que fueran a tomar una copa al abarrotado vestíbulo.

Aunque estaba acostumbrado a los "cariño" y "cielo" que solía oír cada vez que se encontraba con alguien, Nunew pensó que si oía uno más se pondría a gritar.

—Mierda.

Nunew oyó la maldición que había lanzado Nat en voz baja y se dio cuenta de la razón al ver que Hunter se abría paso entre la multitud y se dirigía hacia ellos.

—¿Quieres que vayamos al sanitario?—sugirió el modelo a Nat

—No pienso darle esa satisfacción —contestó Nat con firmeza, tomando la mano de su novio.

Nunew observó cómo Max lo miraba con una sonrisa y se llevaba su mano a los labios.

—Max. Cuánto me alegro de verte —susurró Hunter cuando estuvo a su lado. Después, se dio la vuelta y sonrió a Zee de una forma que hubiera hecho derretirse a cualquier otro hombre.— Hola, Zee. Qué amable por tu parte acompañar a Nunew.

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