Casarse con Lalisa Manobal

Capítulo 2

Jennie Pov

Estacioné mi Chevy en una esquina. El estacionamiento solo del edificio Manoban dice mucho. No incluya el edificio de 90 pisos que domina todo Seúl. El rascacielos Manoban Corp exuda dinero y poder. Y lo usaron en su propio beneficio. Apreté los dientes cuando me vinieron a la mente visiones de Lalisa Manoban. Una dama gorda y fea que usó su dinero para comprarse una esposa. Es una pena. Miro mi espejo retrovisor y sonrío con confianza. 

 "No, el infierno se congelará antes de que me tengas, Lalisa Manoban". Eché un vistazo a mi reloj de pulsera Cartier. 9:45 am, dice. Justo a tiempo para mi cita programada a las 10. Tomé mi bolso LV y salí del auto. Muchos de los empleados que estaban adentro volvieron la cabeza hacia mí cuando entré al edificio. Sé que estoy deslumbrante con mi traje de negocios, pero no quiero lucir deslumbrante, quiero lucir elegante y formal. 

 Otras veces, pagaría una sonrisa a todos los que babean por mí. Pero hoy opté por poner mi cara seria. Me reuniré con el director ejecutivo de Manoban Corp no como Ruby Jane, la supermodelo, sino como la señorita Jennie Kim, la heredera de Kim Chain of Hotels, que bien podría ser remilgada y adecuada. Lo cual odio seriamente porque no soy ninguno de esos. Pero lo chuparé por un día, solo un día.... por el bien de nuestra compañía. Fui directamente al mostrador de recepción en el vestíbulo. 

 "Buenos días. ¿Cómo puedo ayudarla, señora?" La recepcionista saludó con una voz alegre. 

 "Estoy buscando la oficina de la señorita Lalisa Manoban".

 "Oh, el gran jefe. ¿Tienes una cita?"

 "Sí, hice una cita hace días a través de su secretaria y me confirmó que puedo ver a la señorita Manoban hoy".

"Está bien, un momento por favor". Dijo la joven recepcionista y luego tomó el teléfono en su escritorio y marcó la oficina del director general. 

 "Lo siento, señora, pero ¿cuál es su nombre?" Se volvió hacia mí mientras guardaba ligeramente el teléfono en su boca. Jennie, Jennie Kim. Respondí. 

 "¿De la cadena de hoteles Kim?" preguntó de nuevo.

 "Sí." Volvió a hablar por teléfono y me contó todos los detalles que me pidió hace un rato. Suspiré con anticipación mientras esperaba que la recepcionista terminara la llamada y me enviara arriba.

 "Lo siento, señora, pero la gran jefa no puede verla hoy. Ella canceló todas sus citas por un compromiso previo. Pero si quiere, puede dejar un mensaje y se lo enviaré a su secretaria". ." Dijo la joven recepcionista después de colgar el teléfono. 

 "No, no, no. Tengo que verla hoy. Esto es urgente y personal. No puedo discutirlo con nadie". Estoy empezando a perder la paciencia, pero me contengo. Si hay algo que he aprendido de la pasarela es que no se puede tener nada en un abrir y cerrar de ojos. La paciencia es siempre una virtud. 

 "Señorita Kim, ¿puede ver a todas esas mujeres?" Preguntó mientras miraba a las hermosas chicas sentadas no muy lejos de nosotros. 

 "Sí, ¿y así?" Pregunté, preguntándome cuál es la conexión de esas chicas con mi cita programada con el CEO. 

 "Todas esas chicas dijeron lo mismo que tú. Y temo decir que el gran jefe tenía una política estricta: ella solo aceptaba citas de negocios en su oficina, más eso... lo discutía en otro lugar". Ella me da una mirada significativa. Casi jadeo cuando me doy cuenta de lo que está insinuando. Está pensando que soy una de las conquistas de su jefa. ¡Ay dios mío! ¿Parezco una? Perdí la paciencia. Es realmente difícil ser remilgado y correcto cuando estás rodeado de gente de mente sucia. Con los ojos como rendijas, le di a la recepcionista una reprimenda.