Casarse con Lalisa Manobal

Capítulo 11

Lisa Pov

Me desperté en algún momento alrededor de las cinco de la mañana. Le tomó un tiempo a mi cerebro registrar el cuerpo suave y fragante que estaba presionado contra mi forma original. Traté de recordar lo que pasó. la tregua Vino. Baile. Unos cuantos besos robados que Jennie y yo compartimos. Luego recuerdo que la llevé arriba porque estaba un poco mareada por el alcohol que tomó. Con ese pensamiento, miré a mi alrededor y descubrí que estaba en mi propia suite. Entonces, la llevé a mi suite en lugar de llevarla a su propia habitación de hotel. ¿Pasó algo entre nosotras? Todavía estaba completamente vestida y ella también. 

Fue entonces cuando me di cuenta de que en realidad no había pasado nada. Supongo que estábamos tan borrachas que nos dormimos automáticamente cuando llegamos a la cama. Después de procesar toda la situación, decidí levantarme para ir a la ducha. Me sentí como si mi materia gris estuviera conectada directamente a mi centro y necesitaba desesperadamente una ducha fría para calmar mi repentina excitación. Bueno, ¿quién no se excitaría si se despertara y encontrara a una diosa a su lado durmiendo seductoramente con su vestido endeble? 

Y estoy sana como un toro, dispuesta a conquistar en todo momento. Con cuidado me siento a un lado de la cama para no perturbar su hermoso sueño. Pero como si sintiera mi movimiento, abrió sus ojos sensuales y me miró seductoramente. Nuestros ojos se encontraron e inmediatamente sentí la repentina descarga de adrenalina y esa lujuria sin adulterar. Estaba paralizada, mi proceso de pensamientos se detuvo mientras miraba su hermoso rostro. Quería rendirme, pero su presencia es tan fuerte que no puedo luchar contra mis hormonas enfurecidas. ¡Y Ella es mi esposa ahora por gritar en voz alta! 

Entonces, ¿qué me impide desearla, tomarla? Tengo todo el derecho a ese hermoso cuerpo que ella poseía. Ella me sonrió y descubrí que su lengua rosada humedecía sus carnosos labios carnosos, casi pierdo el control y salté y la tomé rápido. 

 "Buen día." Apenas logré preguntarle. Ella no respondió pero su sonrisa se hizo más amplia. En lugar de responder, su mano subió hasta tocar mi brazo. Su toque me hizo varias cosas. Se sentía como un cable vivo, su propia marca de electricidad. 

 "Tómame... te quiero..." susurró Jennie, parecía estar soñando despierta. Que así sea. ¡Maldito sea el control! Mis manos tocaron su cara, su cuello y bajaron más hasta su cuerpo dispuesto. En solo una fracción de segundo, la desnudé por completo. Ella era la cosa más hermosa que jamás había visto. Era perfecta, desde su cabello ligeramente despeinado hasta sus delicados dedos de los pies. Más que una diosa, también es una sirena... esperándome para hacer mi movimiento y probar lo que me estaba ofreciendo. Y yo era simplemente una mortal... y en este momento, estaba muy tentada a probar el festín frente a mí. Levanté la mano y acuné uno de sus senos increíblemente llenos con puntas rosadas. Me miraba a la cara y vi su exclamación de placer mientras jugaba con su pezón arrugado. Quería reclamar sus labios y estaba a punto de besarla cuando se giró bruscamente hacia un lado, como si estuviera a punto de dormirse de nuevo. Pero su espalda todavía estaba muy pegada a mi cuerpo, su trasero incitándome a satisfacer una gran necesidad. Para mi mayor asombro, fingió volver a dormirse. Gemí en voz alta. No puedo creer en lo que hizo. Está claro que está jugando conmigo. 

Bueno, ella jugó con la persona equivocada. Siempre me habían gustado las mujeres atrevidas, luchadoras y juguetonas. Especialmente los juguetones y ella definitivamente era una.Fue la mente sobre la materia hace unos momentos. Ahora había elegido la materia. Sonreí como un lobo, anticipando a fondo el disfrute que sin duda será el resultado de este encuentro.