Llamé por el móvil a Fernando y Enrique, para citarlos a las cinco de la tarde a una reunión en casa, cuando descansaron las chicas comimos, en la mesa les comenté la reunión de la tarde, a las cinco estábamos los seis alrededor de la mesa tomando cafés.
YO: Ahora con más tranquilidad vamos a evaluar lo que ha pasado esta mañana, está claro que ese cabrón quiere saber si tenemos cojones o no.
AURORA (indignada): Si hay que ponerle cojones, dejarme a mí con unos cuantos hombres y al hijo de la gran puta se le van a pasar las ganas de hacer el gilipollas, ese no sabe con quién se la está jugando, tengo ganas de verle la cara cuando le esté apretando los huevos con una mano.
Bea la miraba asustada de la mala leche que podía llegar a sacar aquella chica.
ANABEL: Tranquila cariño, le buscaremos las cosquillas pero tenemos que ser cautos y no lanzarnos a las bravas.
AURORA: Los cojones le buscaba yo para pateárselos coño.
YO: Creo que tenemos dos trabajos importantes, uno descubrir el topo, y otro decidir por donde le vamos a dar un buen golpe a Sergey, tendríamos que conseguir hacerle daño en su organización y en el bolsillo, algo que le cueste dinero, mucho dinero si puede ser, cuanto más le cueste más daño le haremos, ¿estáis de acuerdo en hacerlo así?
Levanté la mano, Bea me miró y la levantó rápidamente, Anabel también y Aurora nos miraba con cara de mala leche.
AURORA: Y no podemos ir por él de una vez y romperle la cabeza o caparlo directamente.
A Enrique y Fernando les cambió la cara asustados, Anabel se puso la mano en la cabeza mirando a su hermana.
ANABEL: Aurora cariño, ya sé que estás muy enfadada y que te gustaría acabar con esto a lo bestia y rápido, pero no podemos hacerlo, sería un suicidio, ¿no?
Dijo mirando a los chicos que habían empezado a sudar y se estaban separando la camisa del cuello, ellos se lo confirmaron con la cabeza sin hablar.
AURORA (enfadada): Pues de acuerdo, pero si no funciona en algún momento me tendréis que dejar hacer alguna cosa a mí.
Levantó la mano mirándome con una sonrisilla.
YO: Cuando tengamos un buen plan, tú serás una de las que lo ejecutaran, ¿te parece bien?
AURORA: ¿Me dejareis ir con los hombres a liarla parda?
YO: Tendrás mi voto Aurora.
Se acercó y me abrazó con una sonrisa.
YO: Chicos distribuiros los trabajos, él que investigue a Sergey que lo haga con pocos hombres y de máxima confianza, necesitamos información, ¿os parece bien a todos?
Les dije pasando la vista rápidamente por las personas sentadas en la mesa, afirmaron con la cabeza y nos levantamos acabando la reunión.
Se marcharon los chicos y nos quedamos los cuatro de nuevo.
ANABEL: Me parece buena idea.
AURORA: Espero que lo sea, yo me voy a dar un baño en la piscina que me han entrado unos calores tremendos.
Nos preparamos una copa y nos sentamos en el sofá, pasó Aurora con un bikini puesto muy pequeño, que dejaba una visión de su cuerpazo tremenda, se contorneó al pasar por delante nuestro riendo, dándole vueltas a una toalla que llevaba en la mano.
ANABEL: Parece que se le ha pasado la mala leche.
BEA: Rubén, eso que has dicho que le darías tú voto para que fuera con los hombres en alguna misión peligrosa, no lo dices en serio, ¿verdad?
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La suerte de Rubén
RomanceLe di todas las explicaciones necesarias, me agaché para mirar un armario debajo del fregadero donde podía instalarse el aparato, al levantar la vista estaba tan cerca que por debajo de la falda le veía todas las bragas, ella sonreía mirándome fijam...