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Trabajar para Miguel O'Hara no es fácil. Tener que levantarse desde muy temprano para salir tarde, aguantar todos sus caprichos, quejas y enojos constantes; le habían generado una personalidad seria y distante a la joven secretaria del hombre.

— Solo vine a entregar estos papeles y me voy. — dijo la chica peli_____, pues su hora de salida ya había pasado hace media hora y ya se sentía agotada.

— Bien, haz lo que tengas que hacer y luego vete. No tengo tiempo para tonterías. — dijo el castaño, se giró en su silla de computadora, mostrando su fría mirada hacía la más baja. Sin embargo, no podía negar que su cuerpo se estremeció ligeramente al sentir su presencia, su atracción por aquella chica era incontrolable.

— Bien… — Estaba por atravesar el marco de la puerta que anunciaba un gran y merecido descanso pero no.

— ¿Qué estás haciendo aquí exactamente? — preguntó Miguel con una ceja levantada, mientras se acercaba a la oji_____, observándola detenidamente. Podía sentir su deseo creciendo a medida que se acercaba a ella.

— Soy tu secretaria, así que vine a dejar informes de nuevas anomalías en un multiverso. — mencionó impactante, ya quería irse de ahí — Lo siento pero me tengo que ir, hasta mañana. — había dado la vuelta pero…

— No tan rápido, preciosa. — Miguel tomó el brazo de la chica antes de que pudiera alejarse. Se acercó, respiró profundamente el aroma del cabello de _______ y sintió su cuerpo estremecerse de excitación. — Hay algo en tí que me atrae. No puedo resistirme a tí, aunque quisiera.  — comentó, acariciando suavemente el brazo de la peli_____.

— ¿A-Ahh? — preguntó aterrorizada, jamás pensó que su amargado jefe le dijera algo como eso.

— No te hagas la tímida, sé que también sientes la misma atracción por mí. — Miguel se acercó aún más, sus labios rozando en el oído de ella mientras sus manos exploraban su cuerpo. — Déjame mostrarte lo que puedo hacer por ti. — susurró con voz seductora, mientras la acorralaba contra la pared y besaba apasionadamente.

— M-Miguel… — Susurró una vez que se separaron de aquel primer beso.

— Shh, no digas nada. — Miguel la besó de nuevo, esta vez con más pasión y fuerza, mientras sus manos recorrían el cálido cuerpo de _______. Sabía que no debería estar haciendo esto, pero no podía resistirse a su deseo por ella. — Déjame hacerte sentir bien, preciosa. — susurró, mientras deslizaba su mano por debajo de la falda de ella y acariciaba suavemente su muslo.

— Tu mano está muy caliente — dijo la chica, al sentir como se habría paso entre su ropa.

— Es la pasión que siento por ti, preciosa. — respondió Miguel con una sonrisa seductora, mientras continuaba acariciando su muslo. — ¿Te gusta lo que sientes? — preguntó, mientras sus labios se movían hacía su cuello y comenzaba a besarlo suavemente.

— Y-Yo... — La chica no podía con la pena pero con la poca cordura que le quedaba respondió — S-Sí... — cedió ante el tacto del hombre.

— Entonces, déjame hacerte sentir aún mejor. — Miguel continuó besándola mientras sus manos se movían hacia la ropa interior de la chica y comenzaba a acariciarla suavemente. Podía sentir su cuerpo temblando de excitación bajo sus caricias, y eso sólo lo hizo querer más. — Eres tan hermosa. — murmuró, mientras se movía para desabotonar la blusa que portaba y dejar al descubierto su pecho.

— ¡Mmm!~... — gimió en contra de su voluntad, así que mordió su labio inferior para evitarlo.

Miguel comenzó a lamer y besar sus pezones con suavidad, mientras sus manos continuaban acariciando su cuerpo. Podía sentir cómo respiraba cada vez más pesado y sabía que estaba disfrutando de sus caricias. — Eres tan sexy. — susurró, mientras deslizaba su mano hacía la entrepierna y comenzó a acariciarla de nuevo.

𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔. | 𝑴𝒊𝒈𝒖𝒆𝒍 𝑶'𝑯𝒂𝒓𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora