El chico del plenilunio

Camino a la Reunión - Narra Ren

Estoy en la puerta de mi habitación con la maleta preparada, me he tomado el remedio para el dolor de cabeza que Kai me prestó ayer, este está frente a mí, sentado sobre su maleta, visiblemente más grande que la mía. Está terminando un dulce relleno de nata y chocolate que me quedo mirando  fijamente sin que se de cuenta, no es mi intención hacerle sentir culpable por no ofrecerme o algo así, pero me apetece bastante. Miro una y otra vez mi reloj, no conozco demasiado a Samael, pero no parece el tipo de persona que llega 10 minutos tarde, parece una persona seria cuando tiene que tomarse en serio las cosas.

—Ren, bienvenido a Samael siempre llega tarde, la serie, capítulo 1322— Dice Kai bostezando.

—En realidad es la 1324, ¿No revisaste el grupo?— Dice Aziel, el chico que conocí esta mañana mientras dobla una esquina acompañado de Samael, no le veía capaz de contar un chiste.

—Empezasteis a contar hace 6 años, tampoco son tantas— Dice Samael como si no le importara en absoluto lo que dicen de él. —Bueno, vamos, Tirce ya está esperando en la entrada—

Comenzamos a recorrer pasillos, decido contarlos por puro entretenimiento, cruzamos tres hasta llegar al teletransportador personal de esta área, que por lo que he aprendido es una zona residencial para altos cargos de la catedral, una vez usamos el teletransporte cruzamos 5 pasillos para llegar a un enorme puerto, lleno de barcos gigantes, aunque no me dio demasiado tiempo a fijarme, porque pasamos de largo casi la totalidad del puerto para acceder a una zona algo mas apartada donde hay varios helicópteros, de color blanco y azul.

Montamos en uno de ellos y volamos hacia lo que Kai me dijo que era un aeropuerto privado que estaba construido cerca de la Akademia. Cuando nos alejamos lo suficiente pude ver al fin el edificio desde lejos, por fin las palabras de Kai de hacia unos días cobraron sentido, desde fuera es descomunal, la sombra que proyecta sobre el mar es grande y eso que el sol está bastante alto, tiene forma de bulbo de rosa o alguna flor, pero está hecho enteramente de algun tipo de roca blanca, me recuerda a la caliza o al cuarzo en estado natural, alzándose imponente frente a mi mientras mis ojos hacen chiribitas.

—¿Increíble verdad? y todo lo que ves fuera del agua es en un 87% estructura no habitable, sirve para ventilar toda la estructura submarina, entre otras funciones— Me dice Kai colocando su mano sobre mi hombro.

Tiene razón, al fijarme una gran estructura se ve bajo el agua, aunque por el oleaje no alcanzo a ver su forma. Veo que algunas aeronaves se acercan a los pliegues entre los ''pétalos'' de la estructura superior y pregunto que son.

—Tenemos aeronaves veloces y pequeñas para realizar diferentes tareas por todas partes, usaríamos una de esas, pero esto esto no es un viaje oficial, así que volaremos en un avión privado al huso sin ninguna marca, no en algo militarizado que pueda levantar alarmas.— Me explica Kai

—¿No podéis hablar con Londres para decirles que no vamos a causar problemas?— Pregunto de vuelta

—Si, pero se supone que vamos en secreto, en cuanto el avión aterrice nos teletransportare a un vehículo asegurado por Epifanía, no tocaremos tierra en ningún momento— Me dice Samael, que ha estado conduciendo el helicóptero todo este tiempo. —Preparaos para aterrizar—

Una vez abajo estamos en una explanada construida sobre el mar y un avión nos espera, sigo al resto del grupo y nos montamos, es uno de esos aviones de lujo, se divide en dos estancias; la primera tiene varios sillones que parecen cómodos y un gran sofá que es tan largo que podrías tumbarte estirado sin que tus pies se salgan, y la segunda es una sala de reuniones con varias sillas aunque uno de los lados en lugar de sillas está hecho de forma que te sientas en un sofá más pequeño que el de la otra sala. Desde la puerta que da a la estación de mando sale una mujer.