MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️

Epilogo

EPILOGO

Suspiro al ver en lo que me he convertido, ha pasado tanto tiempo después de lo sucedido con mi padre, la vida fue cruel, realmente cruel conmigo. Siento las manos de Mijail sobre mis caderas. Deja un beso casto en mi mejilla, mientras su mano sostiene con fervor a Gabrielle.

El día de hoy nuestra hija cumplirá sus primeros veinte años de vida, la casa del lago donde vivimos desde que Gabrielle vino a nuestras vidas, está llena de todos nuestros familiares.

Malka y Ethan han llegado de Suiza hace un par de días, sus hijos Zeus de la edad de mi hija mayor, Artemisa de dieciocho y Hades de dieciséis están revoloteando por toda la casa, si, sé que dirá, Malka y Ethan no han perdido el tiempo para nada y estoy más que segura que es así. Además, no entiendo el afán de Ethan por colocarle nombres griegos a sus hijos.

Mi madre vive con Pedro, se han casado hace un par de años atrás en las Vegas, Pedro ha sido maravilloso con mi madre y le doy gracias al cielo porque él ha sido totalmente bueno con ella, le ha ayudado a olvidar todas las cosas horribles que le ha hecho mi padre.

Si me pregunta, si extraño a Nathan, ¡claro que lo hago!, lloré por semanas por él, porque jamás conoció el amor, porque murió sin tener una vida propia. Pero, sobre todas las cosas le agradezco porque gracias a él hoy estamos con vida, porque gracias a él Mijail está conmigo.

Freddy me recibe con los brazos abiertos, mi madre junto a Marcela le ha preparado una fiesta de cumpleaños a mi pequeño ángel.

—¿En qué piensas? —me pregunta Mijail, dejando un beso húmedo en mi hombro descubierto.

—¿En quién crees? —lo reto.

—Estoy tratando de controlar mis celos impulsivos, pero, Victoria no me ayudas—habla, abrazándome por la espalda.

—Sabes que solo puedo pensar en ti, estúpido—lo beso. Mis labios se mueven con sincronías con los de Mijail, siento sus manos subir por el borde de mi vestido veraniego y siento alguien carraspear su garganta.

—¡Busque un cuarto! —grita Zeus junto a sus hermanos. Siento mis mejillas arder.

Busco entre la multitud a mi hijo menor Akim Volkov, la noticia de la llegada de Akim, fue algo confusa, mi periodo estaba viniendo con normalidad, pero, un día antes de mi cumpleaños, un desmayo hizo correr a casi toda la familia, lo que para mí, era un simple desmayo por estrés, para el medico era un embarazo, con tan solo diecinueve años de vida, mi último hijo se ha convertido en un serio dolor de cabeza, hace un año se ha ido a estudiar a una Universidad en Irlanda, pero, lo peor del caso es que Akim se ha vuelto incontrolable, al igual que su padre se ha tatuado casi todo el cuerpo, he pegado el grito en el cielo cuando le vi su primera perforación en el rostro, pero, ni todo el sermón que le di, lo detuvo.

Gabrielle Volkov es inocencia, mientras que Akim es peligro.

—Tranquila amor, Akim vendrá—espeta Mijail como si leyese mi mente.

—¿Ya te dije que te amo? —él ríe.

—Miles de veces, mujer de mi vida y miles de veces más te repetiré que yo también te amo, como la primera vez que te vi en ese jodido y maldito uniforme de secundaria. De solo recordarlo me pones...

—¡Basta! —lo callo.

—Sabes que, si sigo hablando, terminare metiéndote hasta el fondo y follaremos como conejos—lo golpee en el hombro. El alma entro a mi cuerpo cuando vi entrar a Akim por la entrada principal, pero, mi mirada viajo directamente a la chica que lo acompañaba.

La pobre muchacha se veía tan tímida, se veía un par de años menor que mi hijo. Su cabello largo y negro como la noche, contrastaban a la perfección con sus ojos color café oscuro. Mi mirada se dirige hacia Mijail y él solo sonríe con malicia como diciendo eso hijo, acabala.