EL PLACER DE LO PROHIBIDO

Capitulo: IV

Les sugiero que lean el lemon con las canciones Loca y/o Rabiosa de Shakira, soy vato si pero créanme que si pega y si no les gusta pues escuchen Careless Whisper.

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El resintió el dolor en la espalda al chocar con el futón, pero se olvidó de este al momento en el que su compañera lo beso nuevamente, en comparación a los besos anteriores este tenía algo más, lo cual era pasión, ninguno sabia porque se sentían así, tal vez la sensación de que lo que hacían estaba mal de alguna forma, ya que ambos tenían sentimientos por otras personas, pero pensando un poco más en ello, recordaron como esas personas las lastimaron sentimentalmente el dia de ayer.

Al separase del beso ambos conectaron sus miradas otra vez pero se notaba algo más que pasión...era deseo, del uno por el otro, en el caso de ella siempre vio a Tomioka como un hombre guapo, y para que mentir lo era pero siempre tuvo dudas sobre él, porque era tan cerrado, retraído, poco social, pero el interés no era tanto, por eso nunca se animó a interactuar con el de manera muy personal fuera de las misiones o reuniones, por otro lado, está claro que él siempre se sintió atraído por muchas compañeras, algo natural en cualquier hombre pero por su problema nunca se animó a interactuar con alguien a nivel amoroso, vivir como cazador era vivir con el miedo constante de morir y él no estaba preparado para sufrir otra perdida, pero todo eso se desvanecía poco a poco.

Ninguno de los dos sabia como continuar, naturalmente debido a su trabajo eran ajenos a como proseguir con eso, por ende se dejaron llevar por sus impulsos carnales, un calor abrumador empezó a recorrer el cuerpo de Mitsuri por ende poco a poco empezó a bajar la parte superior de su yukata ante la mirada atenta del azabache, una vez ella se quitó eso dejo ver lo que parecía ser su ropa interior superior, Giyu se sorprendió ante eso nunca había visto la parte superior de su compañera a tal nivel de desnudez si se podría decir así.

-To...mioka, no me dejes sola en esto. – Se escucho decir a la peli rosa algo nerviosa por la vista atenta de su compañero.

-S...sí. –

Él se levantó con cuidado y empezó a hacer lo mismo, en poco tiempo ambos estaban en la misma posición otra vez sin sabes que hacer, pero esta vez fue el quien quiso tomar las riendas de esto, empujo con delicadeza a su compañera al futón con un beso y él se puso encima de ella, apoyando las manos unos centímetros arriba de los hombros de ella, una vez allí se arriesgó y beso el cuello de su compañera de una manera tierna si se puede decir así.

-Ah~-

Ella se sobresaltó un poco al sentir los labios de Giyu en su cuello y dio un leve gemido, pero le dio una indicación al azabache para que continue, él le hizo caso y siguió con el acto, mientras que ella se mordía la parte superior del índice tratando de contener sus gemidos, eso era algo extraño para ella pero no quería que él se detuviera se sentía tan extrañamente bien, mientras que el hashira seguía por su cuello en dirección a sus hombros, ella se fue acostumbrando a ello pero por curiosidad se arriesgó a hacer una petición.

-To...Tomioka...po...por...aquí. –

-Mmhh? –

Ella se deshizo de lo último que le quedaba en el torso, dejando ver sus pechos, eran bastante grandes como muchos sabrán, de hecho estos rebotaron debido a la manera de como ella se quitó la última prenda que había en su torso (Investigue y no halle que se ponían las mujeres en los pechos en la era Taisho sorry), el azabache dudo bastante en si hacerlo o no, pero un último vistazo a su compañera le hizo notar que era aún peor para ella, ya que básicamente se estaba entregando a él, era claro que si se reusaba por más tiempo la podría herir.