Primera y última vez

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El último día de clases, de forma sorpresiva, fue tranquilo y sin mucho que hacer. Aburrido en resumen.

A pesar de la notoria falta de actividad tanto en profesores como en alumnos, Anna lo sintió como si fuera cualquier otro día de la semana, y no como si fuera a tener libre el siguiente mes. Sospechó, que es porque todos sabían que continuaban yendo solo por protocolo, pues para ese viernes, ya casi todos los maestros habían terminado con sus evaluaciones.

En realidad, aunque no puede estar cien por ciento segura, imagina que varios faltaron hoy por lo inusualmente vacía que se veía la entrada de la escuela al final del día. Lo normal era que hubieran más jóvenes de los que se quedan a esperar a que los recojan, de los que Anna formaba parte. Podrían formarse pequeños grupos en un día normal, y todas las bancas y asientos estarían ocupados, pero hoy, la rubia piensa que no han de llegar ni a quince.

Bueno, independientemente de si no vinieron o sólo se fueron a casa más rápido, a Anna lo único que le importa es que tiene disponible una banca para ella sola.

Coloca su mochila con cuidado y suelta un suspiro desatando su coleta, pensado que sería mejor un moño alto ahora que salió por completo al calor del exterior.

Hay unos chicos riendo cerca de ella, y les da un vistazo de reojo mientras se sienta y saca un libro que había estado leyendo para pasar el rato. Escucha los autos pasar y estudiantes corriendo conforme avanzan los minutos, pero para Anna esos sonidos son ahogados ahora que está inmersa en su lectura.

Entonces, el ruido seco de una mochila cayendo al lado suyo la saca momentáneamente de su mundo. Al darse cuenta que alguien la esta manipulando, abriendo cierres, guardando y reorganizando sus cosas, Anna se mueve ligeramente para darle más espacio a esta persona y que se pueda sentar.

Una presencia se ubica junto a ella a su izquierda, y pronto la rubia vuelve a ignorar el exterior a favor de su lectura.

No puede saber cuánto tiempo transcurrió en paz antes de que una voz grave le hablara.

⸺Hey, leí ese libro una vez ⸺curiosa ante el inesperado comentario, Anna levanta la mirada.

Sus ojos azules se encuentran con unos verdes.

⸺El protagonista es un idiota ⸺el chico dice con una media sonrisa, y, muda, Anna se quiere reír tanto por el comentario como por la situación.

Este extraño sentado a su izquierda, y quién le está hablando, es su crush.

Es el chico lindo.

El chico lindo le está hablando.

A ella.

En este momento.

Parpadea e inhala profundo, esperando, rezando por que no sea tan notorio su estado de shock. O mínimo, que no sea vea tan rara.

⸺Ahm, sí, lo es, algo... ⸺finalmente responde, y después de otro parpadeo hacia él y otra respiración, se logra recomponer lo suficiente⸺. Quiero decir... puedo entender por qué es de esa forma, pero, no evita que me caiga mal en algunas situaciones.

⸺¿Sólo algunas? ⸺Resopló una risa⸺. Yo nunca lo soporté.

Se encontró riendo de igual manera, y cuando su atención fue devuelta a él, pudo ver de cerca su sonrisa; lo linda y ligera, pero fácil que era.

Nunca habían estado a una distancia tan corta.

⸺¿S-si lograste acabar el libro? ⸺Preguntó Anna, continuando con esta imprevista conversación.

⸺Sí ⸺abrazó la mochila que tenía en su regazo⸺. A pesar de mi odio hacia el personaje principal, la historia fue lo suficientemente buena para continuar leyendo.

Espontáneo ⚘ 𝘁𝗽𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora