Noches de Documentales. PT1.

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¡ ATENCIÓN !
Este relato es muy fuerte. Contiene bondage y sadomasoquismo, palabras y acciones fuertes. Si no te gusta este tipo de relatos, evítalo.
Leer bajo propia precaución. ( +18 )






CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.








Fernando se metió a la casa de Lucero, dejando las llaves y los contenedores de comida para llevar en la encimera de la cocina. Había sido una semana larga grabando escenas que son bastante cansadas y ambos decidieron celebrar que todo había terminado, teniendo un viernes casual de películas en la casa de Lucero. Fernando siempre traía la comida y recientemente Lucero había decidido darle un juego de llaves extra de su casa. Ninguno de los dos pensaba que era raro, pues ambos eran bienvenidos al hogar del otro abiertamente y se sentía natural.

— "Traje algo de cena. ¡Espero que tengas ganas de comida china!" — Fernando le avisó mientras se quitaba y colocaba su chaqueta sobre la silla.
Fernando escuchó los tacones de Lucero sonar en las baldosas y pudo oler un atisbo de su dulce perfume antes de voltearse y verla completamente. Lucero Hogaza era hermosa, perfecta en su apariencia. Esta noche estaba "casualmente" vestida en unos jeans muy apretados que acentuaban deliciosamente su trasero y una simple blusa que formaba sus senos. No estaba usando sus tacones más altos, pero no sería Lucero si no tuviera un par de tacones adornando sus pies.
Fernando tuvo que forzar su mirada hacia otro lado. Imaginar lo que tu mejor amiga tenía bajo toda esa ropa no era muy apropiado.

— "Luce delicioso y tengo un vino blanco perfecto para acompañar." — Lucero sonrió, moviéndose para sacar el vino del gabinete.
Fernando gruñó ligeramente para sí mismo mientras Lucero se estiraba para alcanzar las copas que estaban en la última repisa del gabinete, causando que la blusa se le levante exponiendo su abdomen.
Enfocando su atención hacia el refrigerador para coger una cerveza, Fernando trató de no pensar en cómo se sentiría tener a Lucero apresada entre su cuerpo y la encimera, y como se verían sus mejillas sonrojadas por el sexo.

— "Mi mamá te invito a cenar mañana domingo." — Fernando dijo tratando de liberarse de los pensamientos pecaminosos que estaba teniendo su cerebro.

— "Que considerado de su parte. Dile que llevaré el postre." — Lucero sonrió, sentándose con su vino y su contenedor de comida china en el sillón a lado de Fernando. Siempre se sentaban demasiado cerca y ninguno de los dos le daba demasiada importancia.
Lucero le sonrió al hombre que estaba sentado a su lado. El hombre que había cambiado su vida por completo.
Aquí estaba ella sentada en su lujoso y caro sillón, comiendo de un contenedor. Fernando había puesto su mundo de cabeza en más de una forma. Por primera vez Lucero sentía que tenía una familia verdadera.
Sonriéndole tontamente al hombre, Lucero tomó un sorbo de su vino.

— "¿Qué vamos a ver esta noche?" — Fernando preguntó, casi adivinando cuál sería la respuesta, tenía que admitir que no le gustaban particularmente los documentales pero estaba dispuesto a verlos por Lucero.
Además, ella había estado hablando de un documental en especial que estuvo pasando toda la semana por la televisión y no tuvo la oportunidad de verlo por ocuparse con las grabaciones.
Lucero sonrió satisfecha para sí misma entendiendo que Fernando ya había cedido a ver lo que ella quisiera.

— "Bueno hay un documental de un estudio que estan haciendo en el canal Médico..."

Fernando le volteó los ojos, tomó el control remoto, prendió el televisor, puso el canal y se sentó casi recostándose en el sillón, comiendo tranquilamente de su contenedor como una nutria; hasta que la intro del documental empezó.

RELATOS [FERNANDO COLUNGA & LUCERO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora