RELATOS [FERNANDO COLUNGA & LUCERO]

TODO O NADA.

Ciudad de México, México - Junio, 2013.

Un Fernando Colunga se encontraba tras la puerta del baño sentado en el borde de la gran cama matrimonial de la inmensa habitación. Lo cierto era que se encontraba algo ofuscado, preocupado y divertido por la situación.

Ofuscado porque no podía parar de mirar su reloj sabiendo que llegaría tarde al estreno de la final de su nuevo proyecto, él era el protagonista y sería inaceptable que no se presentara a la premier de la final de aquel proyecto que había durado un año de duración. La no asistencia era algo que no podía ni siquiera plantearse.

Preocupado porque eran varias veces que llamaba a quién estaba tras la puerta y ni una respuesta era dada. Estaba preocupado también porque no sabía cómo iba a solucionar el problema y también se encontraba un poco inquieto porque sus compañeros de telenovela estaban preguntando por él y el mismo Juan Osorio lo había llamado dos veces siendo rechazado las mismas dos veces porque tampoco es que aquello fuera lo primordial en aquel momento.

Y por último, le generaba algo de gracia aquella situación. Jamás se lo admitiría pero le encantaba ver cómo ella sacaba ese carácter tan fuerte y por supuesto que amaba ver cuánto significaba él para ello. Era algo que amaba de ella. Amaba que se interesara en él. Amaba verla celosa.
Si bien Lucero Hogaza era una mujer demasiado dulce y cariñosa, también era una mujer sumamente celosa y le gustaba proteger todo lo que le perteneciera. Aquella vez no iba a ser distinto.

Demasiado les había costado a ambos llegar hasta donde estaban por lo que ella cuidaba aquello recelosamente de todo el mundo. Ella se había enamorado de él desde que compartió por primera vez pantalla con él y él cayó enamorado de ella desde que la vio pasar delante de sus ojos. Lo cierto es que reencontrarse en aquel proyecto de 2010 sólo era la consecuencia de años de tensión sexual, miradas furtivas y coqueteos inocentes. Aquel proyecto los había unido de una vez por todas y ambos no podían ser más felices el uno con el otro.

Fernando adoraba a su bonita de ojos color miel y ella era esclava de la mirada deslumbrante de su novio.

A pesar de todo, nunca hicieron público su noviazgo por lo que realmente ellos dos mantenían su relación muy bien escondida. Para ello empleaban viajes en aviones privados, nombres falsos, casas muy bien escondidas y también falsos rumores muy bien hechos.
Uno de ellos es que ella estaba viéndose con un empresario conocido en todo México por pertenecer a una de las familias más influyentes de México. Cosa que tampoco le gustaba mucho a su celoso novio quién cada que podía marcaba sus labios sobre la piel de ella cada vez que podía.

A él jamás le gustaron aquellas tretas así que hacía lo mismo de siempre: Quedarse en el anonimato.

Hasta que un año atrás lo llamó su productor para ofrecerle el papel de aquel proyecto. Saberse de nuevo en un proyecto que verdaderamente le atraía era una nueva misión y tras dialogar horas y horas terminó aceptando. Su bonita iba a estar ocupada con su nueva música y él con su nuevo proyecto.
Lo que jamás imaginó es que aquel proyecto iba a acarrear tantos problemas. ¿La razón? Su coprotagonista.

Blanca Soto, Miss México y candidata demasiadas veces para realizar novelas con Fernando. ¿A caso aquello no era raro? Fernando la conocía de tener amistades similares y de asistir ambos a eventos similares. También había sido candidata a telenovelas donde Fernando era el protagonista central, incluyendo Soy Tu Dueña. Aquello a Lucero no le gustó ni un pelo cuando se lo comentó su novio hace un año atrás.

Y ese había sido el comienzo, desde el momento en el que se conocieron los detalles de la telenovela la gente empezó a rumorear sobre la nueva "chica Colunga". Luego las fotos se empezaron a filtrar: fotos de escenas donde salían besándose, de miradas de ella a él en los foros, de cómo ella siempre lo mantenía cerca y cómo siempre ella buscaba tenerlo cerca.