7.

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la luz que entraba por la ventana anunciaba el comienzo de la mañana, su alarma sonaba taladrando su cabeza y lo unico que pudo hacer jisung fue estirarse para apagarla pero solo se rindio y optó por taparse la cabeza con la sábana.

—¿por qué tuve que tomar alcohol? —murmuro el castaño con voz ronca. su alarma habia dejado de sonar aun pasado los cinco minutos que habia entre alarma y alarma. jisung extrañado saco un poco su cabeza hasta poder ver la repisa en dónde estaba el celular.

—al fin te levantaste —una voz lo asusto, logrando que un grito salga de su garganta.

—¡¿desde cuándo estas aca?! —han volteo su rostro y se encontró con la del castaño que sonreia.

—desde las nueve, solo que estabas muy dormido y te deje. me mandaste un mensaje para que venga y desayunemos juntos —seungmin se habia se acercado la cama del principe —¿te duele la cabeza?

—muchisimo, siento que podria tomar veinticinco litros de agua —jisung estiro su cuerpo como estrella en la cama y observó la sonrisa divertida que tenia kim, esa expresión lo hizo acordar a minho. minho y su sonrisa. minho. sonrisa. fiesta.

flashbacks de la noche anterior llegaban a su cabeza, lo último que se acordaba eran los brazos de su amigo que rodeaban sus hombros luego del show que habia dado para el lindo pelivioleta y sus mejillas sonrojadas.

—¿que te pasa? pareces que estas por llorar —inquirio seungmin preocupado, vio como su amigo se habia sentando de golpe y una mueca de dolor reinaba su cara.

—¿que hora me dijiste que era? tendríamos que estar en clase —exaltado el principe se quiso levantar mareandose en el proceso, la mano de su amigo evito el golpe hacia el suelo.

—tranquilo, jisung. suspendieron las clases por los ensayos de la banda en la coronación —seungmin obligo a su amigo a volver a su cama— ahora te voy a buscar una pastilla para la resaca, quédate aca.

el principe le hizo caso, se sento y vio como su amigo cruzaba la puerta en busca del medicamento. rendido agarro su teléfono en busca de algo que confirmara lo que en su cabeza rondaba. nada, ni un vídeo ni mensaje que confirmara el hecho de haberse declarado ante el jóven pelivioleta. suspiro cansado y dirigiendose al baño se desvistio para ducharse.

—te estaba buscando —un joven alto se sento a su lado en la hamaca donde estaba.

—hola —dijo jeongin sonriendo, sus ojos formaron unas lineas pequeñas casi desapareciendo de su rostro y el rubio fue contagiado por su sonrisa. —se separaron tan rápido que me perdí y vine afuera luego de ver la hamaca colgando —termino de decir mientras su cara volvía al frente, topandose con una vista llena de arboles y con la luna mirándolos. la música que venía de adentro se escuchaba levemente.

—yo estaba con felix hasta que vi a un lindo chico sentado en la hamaca —hyunjin seguia viendo al joven, su perfil siendo iluminado por la luz de la luna lo hacia ver irreal, noto como sus ojos brillaban.

—te confieso que mi plan maligno fue sentarme hasta que el lindo rubio venga a buscarme —jeongin giro su rostro encontrándose con la sonrisa brillante del más alto— funciono.

—¡ah no! cai en los hechizos de yang jeongin —se quejo en broma hyunjin haciendo chocar sus hombros repetidas veces.

las suaves risas hacian eco en el gran bosque, hyunjin se había acomodado con sus dos piernas colgando a cada lado de la hamaca, su frente habia caido en el hombro del otro.

—¿cómo esta kkami? —pregunto jeongin en voz baja, casi como un susurro. la charla se había vuelto tranquila y se encontraban en una burbuja donde solo existían ellos.

mundo de villanos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora